Disponer de conexión directa con La Moncloa o, al menos, con el equipo económico del Gobierno, es una exigencia básica para los principales constructores, circunstancia que ya les está empujando a buscar el perfil ideal para sustituir en el cargo a David Taguas, al frente de la patronal Seopan desde abril de 2008.
Si las previsiones de las encuestas se cumplen y el 20-N el PSOE es desalojado del Gobierno, Taguas será más un obstáculo que una ayuda para facilitar la interlocución de las grandes constructoras con el nuevo equipo que trabaje a las órdenes de Mariano Rajoy. Así lo confirman en la cúpula del PP, donde preferirían tener al frente de Seopan a alguien con un perfil muy profesional, de prestigio y vinculado al sector.
Como referente ideal las fuentes citan el perfil de Enrique Aldama, fallecido en 2007 cuando presidía la patronal y ocupaba también una de las vicepresidencias de CEOE. En el PP se destaca de él que era un hombre al que nadie cuestionaba.
Con Taguas ocurre justamente lo contrario. Su acceso a Seopan desde la Oficina Económica del Gobierno se liga con las maniobras que hace tres años protagonizaron, entre otros, Luis del Rivero, que acaba de ser cesado de la presidente de Sacyr Vallehermoso y es amigo del ministro de Industria, Miguel Sebastián; y Florentino Pérez, presidente de ACS. Taguas ayudó a Del Rivero en aventuras controvertidas, entre ellas la que permitió a Sacyr desinvertir en la constructora gala Eiffage, después de que no fuera capaz de entrar en su consejo de administración pese a contar con casi un tercio del capital, y recuperar más de 1.900 millones de euros. Como pago a los servicios prestados, Del Rivero se convirtió en uno de los principales apoyos del ex director de la Oficina Económica para pegar el salto a Seopan.
Después de convivir durante un año con Magdalena Álvarez como titular de Fomento, el trabajo de Taguas como interlocutor del sector de la construcción se tornó mucho más eficaz desde la llegada de José Blanco al Ministerio en mayo de 2009. De hecho, Blanco y Sebastián se convirtieron en sus dos principales apoyos en el Gabinete socialista.
En el PP, Taguas nunca ha sido visto con simpatía. Las hostilidades comenzaron desde antes, incluso, del abandono del servicio de estudios del BBVA, crecieron durante su paso por la Oficina Económica de Moncloa y siguieron su curso desde el minuto cero de su desembarco en la patronal de la construcción.
En la memoria de los populares pesa la actuación que tuvo Taguas durante el episodio de las opas sobre Endesa, asunto que fue objeto, incluso, de una querella contra él. Todos los intentos de acercamiento del interesado a la formación de Mariano Rajoy han resultado baldíos, según las mismas fuentes, incluso cuando a sus contactos esporádicos en Génova, 13, o en el Congreso les ha prometido sobre la Biblia que no era militante del PSOE.
En el seno de las constructoras hace un tiempo que se viene descontando un cambio al frente de Seopan, sobre todo desde que parece claro que los socialistas dejarán de tener a uno de los suyos en Moncloa.
A la hora de elegir el sustituto de Taguas después del 20-N pesará, sobre todo, la opinión de la siete grandes y, en particular, de Ferrovial, FCC y ACS. En las primeras quinielas se sitúa en lugar destacado el nombre de Joaquín Ayuso, que fuera mano derecha en Ferrovial de su presidente, Rafael del Pino, hasta la fusión con su filial de concesiones Cintra. A partir en entonces, dejó de ser consejero delegado del grupo (cargo que pasó a ocupar Iñigo Meirás) para pasar a desempeñar la labor de vicepresidente, con menos poder ejecutivo.
El pasado mes de junio, Ayuso pasó a formar parte, en calidad de independiente, del consejo de administración de National Express, la compañía británica de transporte que cuenta con la familia Cosmen como principales accionistas.