Según Peng Sen, subdirector de la NDRC, la inflación se reducirá por debajo de un 5% en los próximos dos meses, aunque el dato para todo el año superará el objetivo marcado por el Ejecutivo chino, que se situaba en un 4%. El funcionario aseguró que Pekín ha conseguido controlar los precios mediante el incremento de la oferta de productos, la reducción de los costes logísticos y la normalización de la expansión de la política monetaria.
Desde julio, el dato inflacionario se fue desacelerando hasta llegar a un 6,2% en agosto y al 6,1% en septiembre. A pesar de que la batalla contra la inflación está teniendo resultados, Peng advirtió de que la complejidad del entorno nacional e internacional y problemas de desarrollo insostenible representan un obstáculo para reducir el alza de los precios.
El funcionario destacó los problemas económicos que afrontan Estados Unidos y Europa, sus dos principales socios comerciales, además de un exceso de liquidez global, que en su opinión está "importando presión inflacionaria", y provocando un aumento irracional de la inversión y de la capacidad de producción.
En el tercer trimestre del año, el producto interior bruto (PIB) de China creció un 9,1 % interanual, el ritmo más bajo desde el mismo trimestre de 2009.