Por ello, ha adelantado que durante la próxima cumbre del G-20, que se celebrará entre el 3 y el 4 de noviembre en la ciudad francesa de Cannes, argumentará que "desmerecer las políticas de nuestros vecinos no beneficia a nadie".
Además, ha considerado que la actual crisis económica, no solamente supone una amenaza para los países, sino también una oportunidad que deben aprovechar. Así, ha propuesto la creación de un sistema económico "más justo". “Tenemos que apostar por una economía mundial más equilibrada, donde los países como Reino Unido actúen mejor a la hora de ahorrar, invertir y mejorar su competitividad”, ha dicho el primer ministro británico.
En lo tocante a su país, ha abogado por un mayor optimismo. "Cualesquiera que sean los obstáculos para el crecimiento hoy en día, todavía podemos presumir de tener algunas de las mejores universidades del mundo, la zona horaria más favorable del mundo y la primera lengua del mundo", ha recordado.