De este importe, los vencimientos de la banca se elevan a 120.000 millones, cantidad que triplica la de 2011 y a la que hay que sumar los vencimientos a medio y largo plazo del Tesoro (110.000 millones), las necesidades adicionales para cubrir un déficit público del 4,4% (50.000 millones), los vencimientos de emisiones de las corporaciones (30.000 millones), y las necesidades de financiación de las comunidades autónomas (20.000 millones).
"El problema más acuciante y el verdadero riesgo de la economía española y del sistema bancario español en estos momentos es la situación de liquidez", sostuvo De Guindos, tras destacar que los mercados se encuentran "bastante cerrados" y que si no se abren se puede intensificar "de forma notable" la restricción del crédito, sobre todo al consumo y a las pequeñas y medianas empresas.
La cerrazón de los mercados provocará que la banca reactive la guerra de depósitos para captar pasivo, lo que incrementa el coste de la financiación y estrecha sus márgenes, por lo que "es imprescindible" avanzar tanto en los ajustes de política fiscal como en la transparencia en el sector financiero, sobre todo en cuanto a su exposición al suelo, enfatizó.
Según De Guindos, la banca española acumula una exposición al suelo dentro de su riesgo inmobiliario y promotor por importe total de unos 120.000 millones de euros, provisionados al 30%, y debe reconocer las pérdidas en balance asociadas a su depreciación para posteriormente cubrirlas con capital.
"Es necesaria una valoración ajustada a la realidad" dijo el ex secretario de Economía durante el Gobierno del PP, quien no obstante, rechazó de plano la necesidad de establecer provisiones por la totalidad de los préstamos en suelo por considerar que este activo "no vale cero y sería un error" hacerlo.
El problema del suelo en España deriva de la caída de la demanda de vivienda, con entre 700.000 y 800.000 unidades en 'stock', lo que también apunta a la necesidad de ajustar las valoraciones del precio de la vivienda, sostuvo De Guindos, si bien eludió ofrecer una cifra estimativa al respecto.
A su parecer, "si no se fuerza a un saneamiento total de los activos, incluidos los tóxicos que todavía tienen en balance los bancos, la recapitalización acordada a escala europea puede no ser suficiente para mejorar el acceso de la financiación de las entidades", ya que incentiva a dotar menos provisiones para generar más reservas y a reducir el crédito bancario, dijo.
Los 26.161 millones de euros de capital adicional requerido por las cinco mayores entidades españolas (Santander, BBVA, Caixabank, Bankia y Popular) según los cálculos de la Autoridad Bancaria Europea (EBA por sus siglas en inglés), suponen discriminar a la banca española, ya que olvidan sus peculiaridades regulatorias positivas, como las provisiones dinámicas, consideró.
Asimismo, De Guindos hizo hincapié en lo "extremadamente paradójico" de que los bancos españoles, que son los que menos deuda griega tienen en balance de toda Europa, hayan resultado ser los que mayor necesidad de capital tienen después de los griegos."Hay una relativa discriminación y sesgo que penaliza a los bancos españoles, que se han visto menos penalizados en Bolsa que otros", sostuvo en alusión directa a los bancos franceses.
De Guindos puntualizó que del informe elaborado por el Centro del Sector Financiero de PwC e IE Business School se desprende que el conjunto de la banca española habría necesitado unos 30.000 millones de euros para recapitalizarse si la Comisión Europea y la EBA hubieran incluido en sus mayores exigencias de solvencia a todo el sector financiero y hubieran realizado el cálculo en función del balance a septiembre y no a junio.
Descuento del 2,8% de la deuda española
Concretamente, la EBA ha aplicado un descuento de mercado sobre la deuda soberana española en el balance de los bancos del 2,8%, lo que acarrea un riesgo implícito de reducción del apetito de compra de bonos españoles, especificó.
Dicho riesgo es menos importante que el de que la banca recurra a la reducción de los activos ponderados por riesgo (variable que se usa para establecer el capital de máxima calidad) para minimizar su necesidad de capital, lo que se traduce en una contracción de la concesión de crédito.
En cualquier caso, De Guindos incidió en que resolver el problema de Grecia y que se genere de nuevo una expectativa de crecimiento económico en España es fundamental para que se abran los mercados de financiación para las entidades y se pueda romper el "círculo vicioso" de la elevada remuneración del pasivo y la contracción del crédito.