El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, presentará su dimisión una vez que saque adelante las primeras medidas de austeridad exigidas por la Unión Europea, según ha anunciado la presidencia de la República en un comunicado tras el encuentro mantenido con el jefe del Estado, Giorgio Napolitano. Todo ello, a pesar de que Berlusconi, consiguió hoy aprobar en la Cámara de Baja italiana las cuentas del Estado de 2010, aunque no logró alcanzar la mayoría absoluta de 316 diputados del pleno, lo que cuestiona la futura estabilidad de su Ejecutivo. Por 308 votos a favor de los 630 escaños de la Cámara, ninguno en contra y 321 abstenciones, el Gobierno de Berlusconi logró aprobar las cuentas del año pasado gracias a que la totalidad de la oposición, presente en el pleno de la cámara baja, decidió no participar en el voto en un acto de "responsabilidad" hacia la estabilidad del país. Los 308 votos a favor se quedan lejos de los 316 diputados necesarios para tener la mayoría absoluta y continuar en el Ejecutivo.
Il Cavalier había superado el examen del Parlamento, pero ha confirmado que no tiene la mayoría al conseguir tan sólo 308 votos a favor frente a los 321 diputados que no han votado el balance. Según la televisión italiana La7, once diputados del partido de Berlusconi Pueblo de la Libertad no han votado a favor
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha exhortado posteriormente a sus aliados a "permanecer unidos" para decidir "qué hacer", tras quedarse sin la mayoría absoluta en la Cámara de los Diputados durante la votación del balance de Presupuestos de 2010 celebrada este martes. No obstante, el mandatario ha reconocido que "hay un problema de números" y que se siente "traicionado", según informan los medios.
Los diputados 'rebeldes' son Roberto Antonione, Fabio Fava, Gennaro Malgieri, Giustina Destro, los tres del partido Pueblo de la Libertad, junto a otros cinco del grupo Mixto que votan siempre a favor de Berlusconi, como son Calogero Mannino, Giancarlo Pittelli, Luciano Sardelli, Francesco Stagno D'Alcontres y Santo Versace. Tampoco han votado Alfonso Papa, del PDL, por encontrarse en arresto domiciliario, y Francesco Stradella, también del PDL, se ha abstenido.
Reunión con sus aliados
Tras la votación, el primer ministro había mantenido con el líder de la Liga Norte, Umberto Bossi, con el ministro del Interior, Roberto Maroni, y con el ministro de Economia, Giulio Tremonti, para decidir si convoca elecciones anticipadas en enero o presenta su dimisión ante Napolitano, como le piden varios diputados de su partido e incluso su más fiel aliado, Bossi, quien ha exhortado al mandatario, antes de la votación, a que "se eche a un lado" y nombre como sucesor al secretario general del PDL, Angelino Alfano. Sin embargo, también se barajan los nombres del subsecretario de Presidencia, Gianni Letta, o el excomisario europeo Mario Monti para dirigir un nuevo gobierno.
En este sentido, el ministro de Defensa, Ignazio La Russa, ha asegurado que ahora 'Il Cavaliere' "seguramente tendrá que hablar con el presidente de la República", mientras Berlusconi se ha reunido posteriormente en la sede del Ejecutivo con Letta y otros miembros de su partido.
La oposición pide la dimisión del primer ministro
El líder de la principal formación de la oposición italiana, el Partido Demócrata (PD), Pierluigi Bersani, pidió hoy la dimisión del primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, ante la falta de un apoyo mayoritario a su Ejecutivo en la Cámara de Diputados.
En una declaración en el pleno de la cámara baja, Bersani pidió a Berlusconi que deje al presidente de la República, Giorgio Napolitano, que busque una solución a la actual situación del país, después de que el Gobierno perdiera la mayoría absoluta. "Entregue su dimisión y devuelva el mandato al jefe del Estado", ha reclamado Bersani, asegurando que si esto ocurre la oposición "hará su parte por el país". "Si no lo hicera, la oposición consideraría otras iniciativas porque así no se puede seguir", ha defendido el líder de la oposición, en aparente alusión a una posible moción de confianza contra el mandatario.