La agencia de calificación crediticia Standard & Poor's ha llevado a cabo una exhaustiva revisión de su valoración de los riesgos de los distintos sistemas bancarios de 86 países o 'Bicra' por sus siglas en inglés, que evalúa de uno a diez la fortaleza de la banca de cada país y que en el caso de España se mantiene en el nivel 4, que comparte con países como Eslovaquia, México, República Checa, Sudáfrica o Brasil.
"Nuestra marca de riesgo económico 4 refleja nuestra opinión de que España tiene un riesgo intermedio en lo que se refiere a resistencia económcia, un riesgo alto en el apartado de desequilibrios económicos y riesgo intermedio en el aspecto de riesgo de crédito en la economía", precisó la agencia.
A este respecto, S&P señala que las entidades españolas operan en un entorno de bajo riesgo político en el que las perspectivas de crecimiento de la economía son "modestas" ante el desapalancamiento del sector privado, el elevado paro y la debilidad de las condiciones de financiación externa, así como por el enfoque del Gobierno a la reducción del déficit.
"La corrección de los desequilibrios económicos acumulados durante los años del 'boom' continúa y su impacto sobre la banca no ha terminado", advierte la calificadora de riesgos, que prevé un largo proceso de reducción del endeudamiento del sector no fiannciero se prolongará en el tiempo y se verá acentuado por la aversión al riesgo de los mercados de capitales.
Deterioro de la calidad de los activos
S&P prevé que los bancos españoles, que en los últimos tres años y medio han provisionado el equivalente al 10% del PIB, todavía se enfrentan a un periodo de elevado provisionamiento durante los próximos 15 ó 18 meses para afrontar el deterioro de la calidad de los activos.
"Pensamos que hay dos factores principales que contribuyen al riesgo de crédito de la economía española: el elevado endeudamiento del sector privado y la gran exposición del sector bancario a la construcción y la promoción inmobiliaria, un segmento responsable de gran parte de las pérdidas de crédito d elos bancos españoles durante la crisis", explica.
S&P ha llevado a cabo una profunda revisión de los criterios Bicra de un total de 86 países, que ordenan el riesgo los sistemas bancarios de cada uno en diez grupos, siendo el Grupo 1 el de menor riesgo y únicamente compuesto por Canadá y Suiza, mientras que en el Grupo 10 se encuentran países como Bielorrusia y Grecia.
"Pensamos que los riesgos de cambios a la baja en los grupos Bicra sobrepasan a las posibilidades de revisiones al alza, tanto para economías desarrolladas como emergentes", precisó la agencia.
Riesgo de doble recesión
La agencia considera que esta postura se explica por las dudas respecto a la deuda soberana europea, así como por el creciente riesgo de una doble recesión en el Viejo Continente. Asimismo, S&P también tiene en cuenta las dificultades en los mercados de financiación y las futuras estrategia de salida que podrían adoptar los distintos bancos centrales y su impacto en los sistemas financieros.
"Los resultados de la revisión subrayan los mayores riesgos para algunos sistemas bancarios desde que en 2006 se publicaran por primera vez los Bicras", apunta la agencia, que aprecia un "deterioro material del riesgo de la industria bancaria en Grecia, Irlanda, Portugal, Italia y España".
"En Europa Occidental y Norteamérica, los bancos son más vulnerables, principalmente a causa de la continuada repercusión de las turbulencias financieras y, en el caso de Europa, de la crisis de deuda".