Al ser preguntado sobre si cree que parte de la salida de la crisis de deuda soberana en Europa pasa por una mayor implicación del BCE en la compra de la deuda soberana de países europeos, el portavoz de la banca española respondió que "sin lugar a dudas".
En el desayuno informativo organizado por 'Nueva Economía Forum' y la APIE, Martín dijo entender la postura defendida tanto por el expresidente del BCE, Jean Claude Trichet, como por su sucesor, Mario Draghi, de que el organismo asuma la función exclusiva de vigilar la inflación, pero enfatizó que la situación actual es excepcional.
El BCE ha basado la última bajada de tipos de interés de un cuarto de punto, hasta el 1,25%, en que la economía de la eurozona se acerca a la recesión y en que no existen riesgos de inflación, y ha apuntado que seguirá con el programa de compra de deuda, pero que no es prestamista de última instancia, relató Martín.
"Aquí puedo tener una discrepancia. En circunstancias normales, esa es la función, pero cuando se piensa en que se puede romper el euro, en ese caso, con el apoyo de los gobiernos, tiene que hacerlo. Si tiene que ser prestamista de ultima instancia, que lo sea", defendió Martín.
A su parecer, si el BCE tuviera otro mandato "estaría apoyando de forma más decidida a la deuda de los países europeos", que carecen de los instrumentos para defenderse, ya que la pertenencia al euro implica una única política cambiaira y monetaria impuesta por el instituto emisor europeo. "No tenemos mecanismos para defendernos como los de Inglaterra, se nos priva de mecanismos para poder sobrevivir", enfatizó.
NIEGA LAS 'DOS VELOCIDADES'
Martín rechazó de plano la posibilidad de una 'Europa a dos velocidades' porque, en su opinión, esto es contrario a las reglas actuales, que no se pueden cambiar rápidamente, y significaría "que nos hemos cargado el euro", ruptura que "puede ser caótica y traumática". Otra cosa, apuntó, es "si los mercados rompen el euro".
El portavoz de la banca subrayó que existe "un gran problema en el diseño de la Unión Económica y Monetaria (UEM)" porque no se puede pretender gozar de un sistema financiero estable e integrado cuando la supervisión y la fiscalidad son competencias nacionales.
Martín justificó además la virulencia del contagio de los problemas de unos Estados miembros a otros por la emisión de deuda en una moneda ajena. "Los países del euro emiten en euro, que no les es propio porque lo emite un banco central independiente que tiene solo un objetivo de inflación y no acepta otro papel", subrayó.