El pasado 8 de noviembre, los expertos independientes que asesoran a ese comité descartaron la candidatura cordobesa, que no entró en la lista de 15 aspirantes seleccionados, un tamiz que sí superó la también española fiesta de La Mare de Déu de la Salut, de la población valenciana de Algemesí.
"Aprovecharé para hacer las gestiones que sean posibles para que se entienda cuál es la dimensión social, popular y la implicación en la cultura popular y en la identidad de Córdoba de esta fiesta de los patios", señaló la ministra en declaraciones a la prensa en el marco de un coloquio sobre el "nuevo humanismo".
González-Sinde reconoció que quizá no se ha sabido comunicar "convenientemente en su aspecto más antropológico o de folclore local" y que desde el Gobierno, junto con las autoridades de la Junta de Andalucía y del Ayuntamiento de Córdoba, van a intentar "aportar toda esa información complementaria y más en profundidad, que parece que necesitaban para valorar esa candidatura".
Las listas del patrimonio cultural inmaterial reconocen "expresiones que ilustran la diversidad del patrimonio inmaterial y contribuyen a una mayor consciencia de su importancia" y pretenden contribuir a la conservación del patrimonio "que reside en el pensamiento y en el ser de los individuos", según la Unesco.
Entre los bienes españoles que forman parte de los 200 elementos de lista se cuentan el flamenco, la dieta mediterránea, el canto de la Sibila de Mallorca, los "castells", el silbo gomero, los tribunales de regantes, la cetrería, el misterio de Elche o la Patum de Berga.
Algunos bienes de otros países reunidos en esa lista son la danza de las tijeras o la huaconada peruana, la ópera de Pekín, la gastronomía tradicional mexicana, el batik indonesio o el tango argentino y uruguayo o la samba de roda de Recôncavo de Bahía, en Brasil.