"Las preocupaciones griegas son también holandesas, las preocupaciones españolas son también alemanas", dijo Merkel, ante el congreso de la Unión Cristianodemócrata (CDU) reunido en Leipzig, para hacer hincapié en que la respuesta a la crisis no puede ser, sin embargo, una "colectivización" de la deuda.
La jefa del Gobierno alemán y líder de la CDU insistió así en el rechazo a los eurobonos "porque no nos conducirán a un futuro sensato para Europa", dijo- al tiempo que defendía ante los 1.001 delegados de su formación reunidos en Leipzig la necesidad del paraguas de rescate "para contener la deuda".
"Europa puede y debe salir reforzada de la situación actual", afirmó, para añadir que el desafío de la generación actual de políticos debe ser "dar la respuesta adecuada a esta situación".
Merkel recordó, en un encendido discurso, que en el pasado Alemania estuvo también entre los "infractores" de los límites al déficit establecidos en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de Maastricht, pero supo enmendar esa situación.
"La UE debe reformarse", dijo, para apostar de nuevo por la consigna de su gobierno de articular "mejores mecanismos" frente a los infractores, incluidas las sanciones automáticas.
En su discurso de apertura del congreso, de aproximadamente una hora de duración, la canciller y líder del partido afirmó que la "economía al servicio del ciudadano", y no a la inversa, como respuesta "responsable" a las turbulencias derivadas de la actual crisis de la deuda que, recordó, afecta "todas partes del mundo", pero especialmente a Europa.
"Nuestra respuesta, de acuerdo a las raíces de nuestro partido, debe una economía social de mercado responsables y al servicio del ciudadano", recalcó Merkel.
Alemania, un país líder en la lucha contra el desempleo
La canciller recordó asimismo que, desde esa misma ciudad y entonces desde la oposición, se comprometió ante el congreso de la CDU a hacer de Alemania "un país líder, también en la lucha contra el desempleo".
"Entonces, con (el ex canciller Gerhard) Schröder estábamos en la cifra récord de desempleados. Ahora estamos por debajo de los tres millones", señaló, para insistir en que bajo el gobierno roji-verde del entonces canciller se superó la marca de los cinco millones de personas sin empleo.
"Dijimos entonces que Alemania puede ir a más. Y lo hemos demostrado. Somos motor económico y factor de estabilidad en Europa", afirmó, entre el aplauso de los suyos, que saludaron el final de su discurso en pie y con una cerrada ovación.
La cita en Leipzig se había abierto con un preacuerdo favorable a la línea defendida por la líder en lo relativo a uno de los temas fuertes, la implantación de un salario mínimo, hasta ahora inexistente en Alemania a escala interprofesional y con sólo algunos ejemplos en sectores determinados.
La canciller y líder del partido defendía una moción consistente en implantar una suerte de salario mínimo, no interprofesional, sino orientativo y contemplando las especificidades regionales y sectoriales.
Esta propuesta -que rechaza su socio de gobierno, el Partido Liberal (FDP), de por sí contrario a todo amago de salario mínimo- dividía asimismo a las bases de la CDU entre quienes consideran que se queda corta y quienes proponían una fórmula de mínimos.
Finalmente, en las reuniones previas del domingo con las distintas delegaciones, se perfiló un acuerdo tendente a adoptar la línea de Merkel, según anunció el secretario general, Hermann Gröhe
El congreso de la CDU es el segundo en Leipzig con Merkel en la presidencia, tras el celebrado en 2003, donde logró el espaldarazo de sus bases, dos años después de convertirse en canciller.