Hasta a José María Aznar le cuesta que su partido le haga caso. Es lo que tiene ser un "jarrón chino", según la denominación que emplea Felipe González, tanto o más activo que Aznar en esta campaña electoral. El caso es que el ex presidente del Gobierno le pidió a Génova que metiera en las listas electorales a uno de sus más estrechos colaboradores en FAES: Pablo Casado. Cuentan en la dirección nacional del PP que la petición de Aznar, vía Ana Mato, no contó con una entusiasta acogida ya que ésta --que comenzó su carrera política con Aznar en Valladolid-- le respondió que tendría que comentarlo a su vez con Mariano Rajoy.
Ante la tibia respuesta de su antaño colaboradora y el silencio del propio Rajoy, Aznar acabó llamando a otra puerta, a la de su "padrino" político, el abulense Feliciano Blázquez con el que trabajó estrechamente durante su etapa de presidente de la Comunidad de Castilla y León y que no podía negarse a su petición, como así fue. Pablo Casado terminó aterrizando de número dos en la lista por Ávila al Congreso de los Diputados aprovechando la vacante que dejaba el ex ministro Ángel Acebes.
Así ha sido cómo el presidente de Nuevas Generaciones de Madrid y persona también muy próxima a Esperanza Aguirre, que ejerce de asesor de Aznar en FAES al que acompaña en todos sus viajes al extranjero, desembarcará en la Cámara Baja. Casado está ubicado en el sector duro del partido, enfrentado muchas veces a las tesis oficiales tanto de Génova como de la dirección nacional de las juventudes populares.
De su boca han salido 'lindezas' como "los de izquierdas están todo el día con la guerra del abuelo, con la memoria histórica, con el aborto, la eutanasia y la muerte, cantando la Internacional, que se cantaba cuando había 100 millones de muertos en el siglo pasado". Los jóvenes del PP "no idolatran a asesinos como el Che Guevara sino a mártires como Miguel Angel Blanco. Ese sí que es un héroe, y no el mercenario". "Ahí tenemos la Ley del aborto y la eutanasia, pero es que también nos manipulan durante la vida, en la Educación, en la Justicia, en los medios de comunicación, en las empresas, hasta en lo que tenemos que comer, acordaos del conejo, de las hamburguesas grandes o pequeñas. Ya está bien".En fin, un perfil 'moderado' de los que le gustan a Mariano Rajoy.