Esta emisión de deuda supone la primera operación de este tipo realizada por el fondo europeo de rescate desde que se acordara ampliar el ámbito y la cantidad de la asistencia financiera que puede prestar el FEEF a los distintos estados miembros.
La calificadora de riesgos precisó que la decisión de asignar la máxima nota a esta nueva emisión se fundamenta en elementos contractuales, incluyendo las garantías irrevocables e incondicionales por parte de los estados participantes, así como la solvencia de los países de la eurozona con calificación 'Aaa' y su "firme compromiso" con el FEEF.
En este sentido, Moody's explica que, ante la posibilidad de que alguno de los actuales países que actúan como garantes (todos los de la eurozona salvo Irlanda, Portugal y Grecia) pasara a convertirse en receptor de ayudas, el porcentaje de las nuevas garantías adicionales necesarias se redistribuiría entre el resto de miembros a razón de sus respectivas contribuciones al capital del BCE.
