Rajoy primero se refirió "con ironía" a las especulaciones que no cesan de publicarse en los medios y de corretear por los pasillos de Génova: "Hay por ahí varias quinielas circulando. Tengo que deciros que yo de eso no sé nada, en eso no estoy y no tengo nada que ver".
A continuación, y con el fin de atemperar la ansiedad que reina en algunos sectores del PP, el líder prometió: "Voy a mantener las formas, es muy importante, las formas hacen Estado, y por eso la primera persona que conocerá el nuevo Gobierno será el Rey". No obstante, resulta obvio que los primeros en enterarse serán los elegidos por Rajoy, de modo que pueda acudir a la consulta con el Rey con los síes de sus futuros ministros.
Asimismo, aventuran que el próximo presidente del Gobierno pedirá a los escogidos que no filtren la noticia hasta que comunique al Rey su Ejecutivo.
Todos los cargos consultados consideran que no se resquebrajará esa voluntad de silencio de Mariano Rajoy. "Para él las formas son fundamentales, es un hombre de Estado, y si se ha propuesto que no trascienda nada hasta ver al Rey, lo cumplirá, y los que están con él también", asegura un dirigente.
Reuniones para obtener información y asesoramiento
Con todo, los rumores siguen alimentándose. El próximo jefe del Gobierno a celebrado diferentes reuniones y entrevistas en su despacho de la calle Génova desde el pasado lunes, entre otros con el presidente de Bankia, Rodrigo Rato; el de La Caixa, Isidro Fainé; y el del BBVA, Francisco González.
También ha hablado, y mucho, con Soraya Sáenz de Santamaría, con María Dolores De Cospedal y con Javier Arenas, sus colaboradores más próximos, e incluso con viejos amigos como Ignacio Astarloa.
Lo que pretende el líder del PP con esta ronda de reuniones no es tanto configurar su Gobierno como recibir información y asesoramiento.
Así, con los representantes del mundo financiero supuestamente abordó la situación económica y las decisiones cruciales que habrá de adoptar nada más tomar posesión de la Presidencia del Gobierno.
Aparte de Sáenz de Santamaría, a quien todas las fuentes ven como superministra o vicepresidenta política, las quinielas repiten los nombres de Alberto Ruiz-Gallardón, Ana Mato o el del canario José Manuel Soria.
También los de Miguel Arias Cañete, Cristóbal Montoro, Ana Pastor y Elvira Rodríguez, y a estos habría que unir los de Astarloa o el del propio Rodrigo Rato. Las fuentes ignoran por dónde irá el futuro del exvicepresidente económico, aunque se muestran convencidos de que Rajoy quiere contar nuevamente con él.
Otra cuestión es al mando de qué cartera, y aquí las fuentes opinan que si regresa a la política, lo hará para dirigir el Ministerio de Asuntos Exteriores, habida cuenta de su proyección internacional y sus contactos, y de que su perfil encaja en ese tipo de diplomacia económica que Rajoy quiere trasladar a su política internacional.
Sin embargo, a muchos de los cargos del PP que generacionalmente están detrás de Rato, Cañete o Ana Pastor, preocupa que el líder quiera rodearse de ellos para formar el nuevo Gobierno. No entenderían, argumentan fuentes de este sector, que pretendiera copiar en 2011 el Gobierno de 1996.
