Lo comentó hace dos fines de semana en el circuito brasileño de Interlagos, donde ganó Weber, con Vettel ya campeón del mundo y Alonso subiéndose de nuevo al pódio. Emilio Botín, que aprovecha estos grandes premios para agasajar a algunos VIPS e incluso a algunos periodistas, siempre departe un rato con todos, o en el propio Paddock de Ferrari o en el Hotel.

En esta ocasión le preguntaron si habían ido fuerte por la CAM, ya que había concluido el periodo de ofertas vinculantes. El presidente del Santander contestó raudo que no, porque no les salían las cuentas. En su opinión, la cifra de capital que comenta el Banco de España, amparándose en el informe de Ernst & Young se quedaba corta y, además, está la cartera crediticia de la caja alicantina, superior a los 60.000 millones de euros. Una traca que podía estallar cuando menos se esperara y con un alcance imprevisible.

Así que nada, Botín no mostraba el menor entusiasmo por el asunto. Zanjado el mismo, volvió a hablar de la Fórmula 1. El banquero comentó que en Santander están muy contentos con la inversión realizada en la escudería italiana; que en términos de imagen es muy rentable, pero que espera que el año que viene Alonso gane el Mundial. Que “ya toca ganar”, comentaba, dicharachero.

Sin duda, en aquel momento le interesaba más los coches que hablar de fusiones-ficción, con Santander, la CAM y Banesto al fondo. Aunque también es cierto que en estos casos, el que se la lleva dice que ha hecho la operación de su vida y el que no, que era cara y mala. Es la naturaleza humana.