La estrategia de desinversión de activos renovables de ACS, con el que pretendía generar 5.000 millones (deuda y capital), se complica. La constructora que preside Florentino Pérez anunció a bombo y platillo toda una serie de acuerdos de venta de plantas eólicas y termosolares durante 2011 por valor de empresa de más de 1.000 millones, pero según fuentes financieras consultadas, la compañía no ha conseguido cerrar gran parte de estos acuerdos.
“El problema es que los interesados están teniendo problemas para conseguir financiación por la crisis de liquidez y el empeoramiento de los mercados”, explican fuentes financieras.
Otras fuentes además añaden, además, que los próximos meses serán difícil por las dudas de rentabilidad que generan los propios activos. La intención del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de revisar de arriba abajo los costes no ayuda, ya que está pendiente que se apruebe la prima eólica de 2013 y esto impide hacer números a los interesados y medir el nivel de competitividad de las plantas en venta.
Todo ello siginifica que el plan de ACS para reducir deuda se frustra por esta vía y para 2012 la compañía tiene que refinanciar unos 5.000 millones de euros. A finales de noviembre de 2010, ACS anunció la venta de 1.757 MW renovables netos, entre parques eólicos nacionales (1.056 MW) e internacionales (352 MW) y plantas termosolares española (349 MW), que entre todos acumulan una losa de 3.200 millones de deuda.
Pero de momento, la compañía ha firmado la venta de cuatro lotes de activos renovables. En agosto, por ejemplo, acordó colocar 11 parques eólicos (442,5MW brutos de capacidad) por un valor de empresas de 636,3 millones a una serie de fondos (sus nombres no han trascendido) asesorados por Bridgepoint; y 9 plantas eólicas (140,3 MW netos) por un valor de empresa de 223,4 millones a un par de fondos gestionados por Canepa Asset Management.
En junio, anunció también un par de operaciones, que según la empresa le reportarían una entrada de entre 130 millones y 160 millones (entre 920 y 955 millones de euros en valor de empresa). Por un lado, 100 MW termosolares (plantas de Andasol I y Andasol II) a los fondos de infraestructuras Antin y RREEF; y por otro lado, 95,5 MW eólicos a Gas Natural Fenosa. De todas ellas, por el momento, sólo esta última se ha cerrado totalmente. La compañía que preside Salvador Gabarró anunció esta última operación por 72,4 millones de euros.
Guerra con Iberdrola
La venta de estos lotes renovables también persigue reducir su perfil energético, en cierta medida, con el fin de evitar los choques con Iberdrola, donde la constructora aún no ha conseguido pisar el máximo órgano de gobierno desde que entró en 2006. La eléctrica defiende que ACS es un competidor energético. Ambas siguen arrastrando una fuerte batalla jurídica por el control de la compañía.
ACS sigue manteniendo una participación importante en Iberdrola (en torno al 20%), pero sigue sin poder tener una representación en el consejo. La batalla jurídica mantiene aún tres frentes importantes. ACS impugnó las dos últimas juntas de accionistas de Iberdrola y ahora se encuentra a la espera de que la Audiencia Provincial de Vizcaya se pronuncie sobre la junta de 2010 (el Tribunal Mercantil de Bilbao se pronunció en su contra), con el fin de acudir al Supremo si la respuesta no les convence. Sobre la junta de 2011, aún se encuentran a la espera de que el Mecantil de Bilbao de un paso.
Iberdrola, por su parte, elevó al Supremo la llamada 'enmienda Florentino', según la cual, se pone fin a las limitaciones de los derechos de voto.
Pese a esta situación, ACS mantiene su peso en la eléctrica, donde además acumula unas pérdidas del 34% (compró acciones de Iberdrola a una media de 7,3 euros por acción y ahora valen 4,84 euros).