Las familias y empresas españolas, desde que se reactivó la crisis de deuda soberana en junio de 2011, han reducido sus inversiones en instrumentos domiciliados en nuestro país por un valor superior a los 53.000 millones de euros. Temerosos de la salud de los bancos y el futuro del euro, tienden cada vez más a esconder parte de su riqueza en divisas, propiedades, y productos de inversión fuera de nuestro país, incluso de la zona euro.
Los ciudadanos con mayor formación financiera, según explican fuentes del mercado, “han estado pidiendo asesoramiento a sus abogados y/o banqueros de referencia sobre las distintas formas posibles de proteger su dinero en el caso de que se produzcan quiebras en bancos o, en una situación límite, se rompa el euro”.
Datos desde verano de 2011
Tal como adelantó ayer este medio, utilizando datos de Banco de España, se puede obtener una rápida radiografía de lo que están haciendo los españoles con su ahorro. Para ello se analiza la evolución conjunta de los medios de pago -efectivo, cuantas corrientes, cuentas de ahorro, y depósitos disponibles con preaviso hasta teres meses-, otros pasivos en entidades de crédito mantenidos por empresas no financieras y familias –depósitos con preaviso a más de tres meses, depósitos a plazo, cesiones temporales y valores en entidades de crédito en poder de empresas no financieras y familias-, y participaciones en fondos de inversión domiciliados en España.
Si bien las familias y empresas españolas han disminuido a lo largo de 2011 sus inversiones en instrumentos domiciliados en nuestro país por un valor próximo a los 45.000 millones de euros, dicho proceso se activa con la crisis de deuda soberana a partir de junio de 2011.
Como se puede ver en la tabla adjunta, desde que se reactivó la crisis de deuda soberana a finales de junio de 2011, las familias y empresas españolas han reducido sus inversiones en instrumentos domiciliados en nuestro país por un valor superior a los 53.000 millones de euros. Además lo han hecho en todos y cada uno de ellos.
Desconfianza en el sistema financiero o ruptura del Euro
Dos son las razones que mueven a estos inversores españoles. Por un lado, la desconfianza en el sistema financiero, y, por otro lado, sobretodo, un temor a una ruptura del euro. En este último caso, si se produjera, los españoles tendríamos unos billetes en euros que probablemente habría que cambiar en los Bancos o en Banco de España al tipo de cambio oficial fijado por las autoridades, una especie de corralito.
Instrumentos de diversificación fuera de nuestro país
Para invertir en productos ubicados en el extranjero los inversores disponen de distintas alternativas. En primer lugar, pueden abrir una cuenta en el extranjero, bien sea en Alemania, o mediante la conversión de depósitos en euros hacia otras monedas como el franco suizo. En segundo lugar, la opción menos costosa, invierten el dinero en fondos de inversión que no están domiciliados en España, por ejemplo en Reino Unido, Suiza, o Estados Unidos. Si bien las autoridades europeas podrían congelar los fondos de no residentes españoles, italianos, o griegos en Alemania, es muy complicado que el Estado Español o la Unión Europea puedan inmovilizar los fondos invertidos por españoles, italianos o griegos en un fondo de inversión domiciliado en Estados Unidos.
Otras alternativas van desde la compra de bienes raíces o propiedades fuera de la Unión Monetaria, como en Londres, hasta la compra física de lingotes de oro, o la creación de fideicomisos para mantener la riqueza en jurisdicciones tan distantes como las Bahamas, NewJersey, o Singapur.