Cuando el 20-N se proclamó el resultado electoral, todos los diarios titularon con una idea: la aplastante victoria de Mariano Rajoy pese a haber ocultado su programa electoral. Tres semanas de gobierno más tarde, sus medidas fiscales resultan estar en un programa: el socialista.
Subida de impuestos (a los ricos), lucha contra el fraude y bloqueo de las transacciones en efectivo fueron tres de los planteamientos que defendió el candidato Alfredo Pérez Rubalcaba antes del 20N. 21 días de gobierno Popular después de esa fecha, subida de impuestos (a las clases medias), lucha contra el fraude y bloqueo de las transacciones en efectivo son las medidas que han aprobado los consejos de ministros del Ejecutivo Rajoy.
La última de las medidas aprobadas, la de prohibir las compras en efectivo para evitar el fraude es tan significativa que el propio Alfredo Pérez Rubalcaba aseguraba en Radio Nacional de España: “Nos han copiado la idea, pero nos parece bien. Que se den prisa en aplicarla”.
La historia está para ser repetida. Zapatero concurrió con un programa y gobernó con otro; ahora Rajoy parece hacer lo mismo.