España

El Gobierno cambiará Educación para la ciudadanía por una Educación Cívica sin ideología

La asignatura Educación para la Ciudadanía tiene los días contados aunque no terminará de desaparecer de entre las asignaturas que estudian los alumnos en algunos cursos de primaria y de la ESO. La tan controvertida iniciativa del anterior Gobierno socialista, criticada hasta la saciedad por el PP desde la oposición, lleva camino de transmutarse en una nueva asignatura, de enunciado parecido, Educación Cívica, y que, según afirman fuentes del Ministerio de Educación Cultura y Deporte, con menos, o ninguna, carga ideológica.

La asignatura Educación para la Ciudadanía tiene los días contados aunque no terminará de desaparecer de entre las asignaturas que estudian los alumnos en algunos cursos de primaria y de la ESO. La tan controvertida iniciativa del anterior Gobierno socialista, criticada hasta la saciedad por el PP desde la oposición, lleva camino de transmutarse en una nueva asignatura, de enunciado parecido, Educación Cívica, y que, según afirman fuentes del Ministerio de Educación Cultura y Deporte, con menos, o ninguna, carga ideológica.

En este sentido, desde el Departamento capitaneado por José Ignacio Wert, --el fichaje independiente que hizo Mariano Rajoy para su gabinete ministeral--, subrayan que se trata, en esencia, "de dar cumplimiento a lo que dice el programa electoral en este sentido". Un programa por el que los populares decían comprometerse a elevar "la formación cívica de los alumnos, sustituyendo la asignatura educación por la ciudadanía por otra cuyo contenido
esté basado en el aprendizaje de los valores constitucionales y en el conocimiento de las instituciones españolas y europeas".

La nueva Educación Cívica también tendrá como objetivo poner el acento en la herencia cultural común "y de los valores básicos que configuran el modo de nuestra civilización occidental, evitando contenidos adoctrinadores", como insiste el programa con el que el PP se presentó a las elecciones en el capítulo referido a la "Educación, camino de oportunidades".

Pero esta no es más que una de las tareas que tiene encomendadas el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, abocado a una reforma educativa que desea pactar con el resto de los Grupos Parlamentarios y, muy especialmente, con los socialistas, después de varios intentos fallidos, el último, protagonizado por el antecesor de Wert el el Ministerio, Ángel Gabilondo.

A la cola de la OCDE

Los datos que arrojan año tras año los principales indicadores mundiales y europeos sobre la situación de nuestro sistema educativo no son nada halagüeños: el 26 por ciento de los jóvenes no acaba la educación obligatoria y un 28,4 por ciento no continúa los estudios culminada ésta. Porcentajes que doblan a los de los países de nustro entorno. Estamos por debajo de la media de los países de la OCDE en calidad deducativa y, según el informe PISA, sólo un 3 por ciento de nuestros estudiantes alcanza la excelencia.

Entre las medidas que el PP cree que ayudarán a paliar esta situación está la de alargar un año más el bachillerato, a pesar de que donde falla el sistema es fundamentalmente en la educación secundaria, medida que, por cierto, no comparten los socialistas. Se necesita, en todo caso, una revisión a fondo sobre la que nunca populares y PSOE se han puesto de acuerdo. Cabe reseñar en este sentido que una de las primeras medidas que adoptó el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero nada más aterrizar en Moncloa fue derogar la Ley de Calidad de la Educación, del PP, que no llegó a aplicarse.

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