Los nombramientos efectuados en la cúpula policial por el nuevo director general de la Policía, el popular Ignacio Cosidó, han causado sorpresa y desconcierto en el cuerpo, amén de la esperada repulsa del filosocialista Sindicato Unificado de Policía (SUP). Antiguos inspectores que ya prestaron servicio durante los Gobiernos de José María Aznar han acusado el golpe, afirmando a este diario “no entender los criterios que se han seguido para este relevo generalizado, más allá de algunos cambios que estaban cantados”, caso del polémico comisario general de Policía Judicial, Juan Antonio González.

En los 10 días que median entre su nombramiento como director general y los relevos anunciados en las últimas horas, Cosidó ha aprovechado para reunirse y pedir consejo a gente como Juan Cotino -director general de la Policía con el Gobierno Aznar a partir de 1996, cargo que desempeñó con Mayor Oreja y, posteriormente, con el propio Mariano Rajoy, como ministros del interior, y que con posterioridad ha ocupado puestos relevantes en la Generalitat Valenciana a las órdenes de Francisco Camps-, y con otros altos mandos policiales de la era Aznar.

La sorpresa de las fuentes ha sido, por eso, notable. “Es evidente que Cosidó no ha hecho ni puñetero caso a Cotino ni al resto de los que ha consultado, porque, en caso contrario, no habría hecho algunos nombramientos, que, en general, son de gente con muy poca experiencia, y algunos incluso muy cercanos al PSOE que siguen en el cargo. Al PP siempre le pasan estas cosas cuando llega al Gobierno: da la impresión de que no termina de enterarse de quién es quién, y luego llegan los sustos y las sorpresas desagradables”.

En opinión de las fuentes, “es fundamental elegir a gente seria, a profesionales de prestigio capaces de hacer que la Policía Nacional funcione, evitando cualquier clase de escándalos”. Con todo, estaba claro que, como ocurrió con el PSOE cuando llegó al poder en 2004, el nuevo Gobierno popular iba a llevar a cabo una buena limpia –de momento y de una tacada, 10 de los 13 mandos de la junta de gobierno- de aquellos mandos señalados por haber dirigido la investigación de casos que afectaban directamente a dirigentes del PP, tal que la trama Gürtel, el caso Palma Arena o el caso Faisán. Con todas las papeletas para cesar estaba el ya citado comisario general de Policía Judicial, Juan Antonio González, quien ha sido sustituido por Enrique Rodríguez Ulla.

Una mujer al frente de la Policía Científica

El nuevo número dos y subdirector operativo del Cuerpo Nacional de Policía es Eugenio Pino (sustituye a Fernández Chico), un hombre que procede de la jefatura provincial de Huesca, y que anteriormente fue jefe de los antidisturbios, y al que las fuentes definen como “escasamente querido por una mayoría de policías”. Por su parte Enrique Barón, que fue el responsable de la lucha contra ETA en el País Vasco y ha desempeñado tareas de seguridad en el Gobierno de Esperanza Aguirre, ha sido nombrado nuevo comisario general de Información y responsable, por tanto, de la lucha antiterrorista en el Cuerpo. Para las fuentes, Barón es “una buena persona, sin duda, pero sin la menor idea del cargo que va a desempeñar”.

La Policía Científica, por su parte, pasará a depender de Pilar Allúe, hasta ahora destinada en Cantabria, “indudablemente una buena chicha”, en opinión de las fuentes, “pero sin bagaje suficiente para dirigir algo tan importante como la policía científica”. Allúe, la primera mujer en dirigir una jefatura superior en 2007, sustituye al polémico comisario Santano, a quien algunos medios acusaron de malas prácticas en la investigación de los atentados del 11-M. En cuanto al nuevo responsable de la Policía Judicial, el ya citado Rodríguez Ulla, “es un hombre conocido por su escasa afición al trabajo”.

Por el contrario, mantendrán su puesto (los cargos técnicos no serán relevados) el jefe de División de Personal, Gonzalo Rodríguez Casares, “un tipo muy poco apreciado y además del PSOE de toda la vida”, y el de Coordinación Económica y Técnica, Ildefonso Escalero Simón, mientras nombran subdirector general de gestión económica, técnica y documental a José María Rodríguez Calderón, otro nombramiento sorprendente, “por estar incurso en un lío judicial con el diario El Mundo”.