España

Bruselas plantea generalizar el sistema alemán de jornada reducida para minimizar el paro

La Comisión Europea ha planteado este martes la posibilidad de generalizar en toda la UE el sistema alemán de jornada reducida, con ayudas públicas para compensar la pérdida salarial de los trabajadores, como receta para facilitar la adaptación de las empresas a crisis como la actual y reducir la destrucción de empleo.

La Comisión Europea ha planteado este martes la posibilidad de generalizar en toda la UE el sistema alemán de jornada reducida, con ayudas públicas para compensar la pérdida salarial de los trabajadores, como receta para facilitar la adaptación de las empresas a crisis como la actual y reducir la destrucción de empleo.

"Para poder reaccionar mejor en el futuro tenemos que comprender las razones del éxito de determinadas medidas en ciertos países o sectores durante la crisis. Hemos de ver cómo pueden utilizarse medidas tales como, por ejemplo, el trabajo de jornada reducida, para afrontar los retos que podrían plantearse en el próximo período", ha dicho el comisario de Empleo, László Andor, durante la presentación de un documento de consulta sobre reestructuración de las empresas.

Alemania, Austria o Bélgica recurrieron a la jornada reducida al principio de la crisis y lograron mantener el nivel de empleo. El Ejecutivo comunitario señala que "estos sistemas fueron eficaces a la hora de reducir el impacto de la crisis económica en la pérdida de empleo". También benefician a las empresas, que "pueden retener a trabajadores muy capacitados o con una formación especial durante una recesión".

Por ello, en el documento de consulta Bruselas plantea si este modelo debería generalizarse al resto de Estados miembros, en qué condiciones, y cómo podría colaborar la UE a través del fondo social europeo o el fondo de adaptación a la globalización. La consulta durará hasta el 30 de marzo de 2012.

La reducción de la jornada no siempre es posible

El comisario de Empleo ha destacado el papel de los interlocutores sociales en este tipo de sistemas, pero ha advertido que "reducir las horas de trabajo como respuesta a la crisis no siempre es posible". Estos esquemas "pierden su eficacia cuando persiste la baja demanda" y la larga duración de la crisis puede agotar las ayudas públicas disponibles para apoyarlos.

Otros mecanismos utilizados por las empresas para hacer frente a la crisis sin despedir a sus trabajadores son las reducciones salariales de entre el 10% y el 20% o bajas incentivadas y prejubilaciones, ha señalado Andor.

La crisis económica y financiera ha sometido a las empresas a una fuerte presión. Desde 2002 hasta 2010, el Observatorio Europeo de la Reestructuración registró más de 11.000 casos de reestructuración, con casi dos puestos de trabajo perdidos por cada uno creado (1,8/1). Entre 2008 y 2010, esta proporción aumentó a 2,5/1. Las perspectivas para los próximos meses siguen siendo "pesimistas", según Andor.

"Queremos estudiar la mejor manera de prever las futuras necesidades de empleo y capacidades, especialmente considerando los nuevos retos y el aumento de las desigualdades sociales en los Estados miembros. Asimismo es necesario estudiar la manera de limitar el impacto social de la reestructuración*, ha dicho Andor.

Los resultados de esta consulta se incorporarán a las próximas medidas que presente la UE sobre empleo y al relanzamiento del debate sobre la flexiseguridad en el mercado laboral, según ha detallado el Ejecutivo comunitario.

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