España

El Gobierno tiene a tiro reducir la deuda por debajo del 70% sobre PIB en breve

Las subastas de deuda de este año han empezado mejor de lo previsto y el Gobierno empieza a cubrir los objetivos de refinanciación incluso con comodidad. La demanda acompaña y lo que es mejor, los tipos de interés también. No sólo los del mercado primario, también los del secundario. Los bonos de referencia están claramente por debajo de como estaban hace un año.

Las subastas de deuda de este año han empezado mejor de lo previsto y el Gobierno empieza a cubrir los objetivos de refinanciación incluso con comodidad. La demanda acompaña y lo que es mejor, los tipos de interés también. No sólo los del mercado primario, también los del secundario. Los bonos de referencia están claramente por debajo de como estaban hace un año. Con este panorama, el PP podrá acabar el año reduciendo el saldo de deuda en circulación por debajo del 70%, algo que ya fue una constante en los mandatos de Aznar, en los que literalmente hizo de los bonos españoles un bien escaso.

Puede decirse ya que el Ejecutivo que comanda Mariano Rajoy ha superado la cuesta de enero… y de febrero. Según informa Ahorro Corporación, “en las dos primeras subastas del año (bonos el 12 de enero y Letras el 17) el Tesoro ha captado 14.860 millones de euros, que suponen el 65% de la financiación necesaria para cubrir los vencimientos conjuntos de enero y febrero”, concretamente 22.985 millones.

En la próxima puja de mañana, en la que se colocarán bonos a 4, 7 y 10 años, está prevista una adjudicación entre 3.500 y 4.500 millones. Si se coloca lo previsto, “para lo que no esperamos dificultades”, el organismo encargado de la financiación del estado “habrá captado el 84% de los vencimientos de enero y febrero", o más ya que, tal como reconocen los expertos, en los últimos tiempos el Tesoro ha aprovechado el buen tono de las subasta para financiarse más y más barato.

Las cifras todavía no permiten lanzar las campanas al vuelo, ya que el Ejecutivo afronta vencimientos del entorno de 150.000 millones de euros en 2012, un dato impactante aunque inferior en montante a los que afronta Alemania, Italia o Francia.

El doble de lo previsto

De momento, en las últimas pujas el Gobierno está pudiendo captar más dinero del previsto, concretamente el doble. Los altos ratios de demanda y la prevista inyección de liquidez del BCE a 3 años con asignación total el próximos 28 de febrero “anticipan recortes sustanciales adicionales en los tipos de interés de la deuda pública española”, insisten en Ahorro Corporación, lo que supone más 'engrase' para el futuro.

Ello facilitará que España, que en la actualidad tiene su ratio de deuda en el 73% sobre PIB, (según datos de Banco de España con contabiildad SEC), acabe con esta cifra por debajo del 70%, cota a la que el Ejecutivo quiere llegar, aunque habrá que esperar a ver cómo evoluciona la economía doméstica, así como a los Presupuestos Generales del Estado.

El Tesoro ya anunció hace pocos días que planea recortar en lo posible las emisiones netas de deuda, y de momento el mercado está apoyando. Conviene recordar que, además, la deuda está mejor que hace un año. El 10 años acabó en el 5,13% ayer, frente el 5,45% de hace 12 meses, mientras a corto plazo la diferencia es aun mayor.

Cuidado con el 'carry trade'

En el capítulo menos amable, conviene recordar que los mercados de deuda estaban muy presionados justo en el periodo de las elecciones generales de 2010, y que fue gracias a una intervención concertada de los bancos centrales de todo el mundo que se pudo dar la vuelta a esta turbulencia.

Posteriormente, las subastas ilimitadas de liquidez del Banco Central Europeo (BCE) facilitaron que los bancos tomaran dinero al 1% en el instituto emisor para relizar un provechoso carry trade, colocándo el capital en activos a corto plazo con garantía pública para obtener un diferencial de rentabilidad.

Por otro lado, el BCE he incrementado en su balances la cantidad de de deuda pública de manera más que sensible, ya que también es lo que le ofrecen como garantía los bancos que solicitan liquidez. 

Así, un nuevo descalabro en los mercados de deuda tendría unas consecuencias desastrosas para la Eurozona, ya que el BCE es ahora el principal acreedor. Esta situación fuerza a que la entidad emisora intervenga en los mercados cada vez que hay riesgo de desplome, como lo hubo el pasado lunes ante la rebaja masiva de ratings por parte de S&P.  

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