La nueva actividad del Gobierno, de hacer de lobby para la élite empresarial española, y ayudarles de una forma institucional a desatascar problemas en el exterior se estrenará hoy con la compañía que preside César Alierta.
Los ministros de Exteriores y Economía harán lobby en favor de la primera operadora de telecomunicaciones en el conflicto que mantiene ésta con Perú desde hace meses. Telefónica se juega la renovación de la concesión de la telefonía móvil de la operadora y el negocio de Perú es importante: representa un 3,22% de las ventas de Telefonica (un 7,5% del área de Latinoamérica), según datos de 2010.
El Gobierno español aprovechará la visita oficial del presidente peruano a España (enfocada en atraer inversión española) para mediar en la tensión que está generando este asunto, relacionado con un supuesto impago de deudas tributarias por parte de Telefónica.
Está previsto que Luis de Guindos y José Manuel García-Margallo traten el tema en los encuentros que mantendrán hoy con el presidente de Perú, y sus ministros de Exteriores, Rafael Roncagliolo; Economía, Luis Miguel Castilla, y de Comercio Exterior y Turismo, José Luis Silva.
Licencias y posibles deudas tributarias
Los primeros espadas de Telefónica han abierto lazos de entendimiento desde hace unas semanas con Perú para buscar soluciones. De hecho, Telefónica hizo un pago de 49 millones de dólares el pasado mes de diciembre, como parte de su deuda tributaria pero ante la Superintendencia del Mercado de Valores, que protege a los inversores en el país andino.
El retraso de la renovación administrativa de dichas licencias está vinculado al supuesto impago de Telefónica de una deuda tributaria que arrastra desde el año 2000-2001, que en total ascienden a unos 650 millones de euros como tope, que equivalen a un tercio de lo que facturó en 2010. Este asunto se encuentra encallado en los tribunales, y está sirviendo al Gobierno para no renovar dichas licencias.
Estas concesiones, por una duración de 20 años, vencieron en mayo de 2011 y aún no han sido renovadas. En España, el presidente de Perú, en su comparecencia tras la reunión con Mariano Rajoy, quitó hierro al asunto y desvinculó los dos temas.
Humala, exmilitar de 49 años, saltó a la fama en octubre de 2000, cuando protagonizó una asonada militar contra el expresidente peruano Alberto Fujimori, acción por la que fue encarcelado durante varias semanas, antes de ser amnistiado. La victoria en las urnas de Humala despertó ciertas suspicacias por su afinidad ideológica con mandatarios como el venezolano Hugo Chávez y el boliviano Evo Morales.