Ecoprensa, compañía editora del periódico El Economista y elEconomista.es -inmersa en un drástico plan de ahorro para sobrevivir- está apunto de finalizar con éxito una ampliación de capital por valor de 3 millones de euros que le permiten aguantar el tirón de la crisis publicitaria hasta mediados del próximo año, según explican fuentes conocedoras de la operación que ponen de manifiesto que la empresa ha tenido que llevar a cabo una reducción de costes del 40% para adaptarse a los tiempos.
Según las mismas fuentes, la ampliación tiene como fecha límite hasta el 31 de marzo. No obstante, los objetivos de capital de los responsables de Ecoprensa se han cumplido antes de tiempo; “está todo bastante cerrado” aseguran las fuentes. Al parecer, la mayoría de los socios han respaldado la operación y dos nuevos se han sumado al proyecto editorial. Fuentes del sector intuyen que Mediaset España podría ser uno de los nuevos socios ya que desde hace tiempo la empresa que preside Alfonso de Salas y de la que es consejero delegado Paolo Vasile han mantenido contactos negociando esta posibilidad.
El actual plan de ajuste de gastos de El Economista –que incluye un ahorro total de costes de más de 4 millones de euros- tiene entre sus principales objetivos sortear la caída de la inversión publicitaria y mantener el nivel de empleo. Hasta 2011, la deuda acumulada por el diario rozaba los 24 millones de euros, según los datos del Registro Mercantil. Tras la actual ampliación de capital, los fondos propios de la compañía rozan los 9 millones de euros.
Más de la mitad de sus 130 trabajadores están inmersos en un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que implica una reducción salarial y de horario del 20%. Esta medida afecta a los profesionales con nóminas por debajo de los 45.000 euros anuales. El resto de la plantilla ha visto disminuidas sus retribuciones entre un 10 y un 15 por ciento, mientras que todos los sueldos del equipo directivo se han rebajado un 20%. El (ERTE) -aprobado por Trabajo el pasado 24 de octubre- durará un año, según se acordó entre los trabajadores y la dirección de la empresa.