La dificultad para aprobar los presupuestos asturianos de 2012 es solo el pretexto empleado por Cascos para la convocatoria de elecciones anticipadas en su comunidad. Esta es la opinión más extendida en su partido, Foro Asturias, en el PP y en el PSOE de esta región. El auténtico motivo que ha llevado a Cascos a disolver la asamblea regional ha sido la pérdida de apoyos por parte de quienes hace diez meses le embarcaron en esta aventura, animándole a que se enfrentara, incluso, a la que había sido hasta entonces su familia política. Estas fuentes señalan a dos respaldos fundamentales en su carrera que se le han venido abajo: el de la familia Masaveu y el de los constructores asturianos.
Los Masaveu, una familia de amplio abolengo en Asturias, titular de un potente grupo empresarial, le acompañaron de manera entusiasta en el nacimiento de Foro Asturias y en su concurrencia electoral. Una de sus más destacadas integrantes, la ex diputada nacional del PP Alicia Castro Masaveu, fue una de las firmantes del manifiesto que reivindicó el regreso de Álvarez Cascos a la política asturiana, aunque ello le costara el enfrentamiento con el ex alcalde de Oviedo Gabino de Lorenzo, recientemente nombrado delegado del Gobierno en esta comunidad.
Cascos también contó en su cruzada con el apoyo de Serafín Abilio, presidente de la Confederación Asturiana de la Construcción y uno de los empresarios de referencia en la región. Nada más llegar al Principado, Abilio le propuso un plan especial para generar 7.000 puestos de trabajo, necesitado de una inversión de 1.200 millones de euros. Nunca vio la luz.
Fuentes parlamentarias involucradas en la política asturiana recuerdan que Cascos no solo incumplió sus compromisos con los Masaveu y con el sector de la construcción en Asturias, sino que ha sido incapaz de abrir el grifo a la licitación de obra pública, asfixiando todavía más a los empresarios más castigados por la crisis. Algunos de estos compañeros de viaje de Cascos no disimulan su enfado con él. “Nos aseguró que iba a actuar con fuerza y también nos engañó”, declaraba recientemente Serafín Abilio a un periódico regional en relación con el parón en la licitación de obra pública en Asturias, reprochando también de paso su mala gobernanza al ex presidente del Principado Vicente Álvarez Areces.
Fuentes parlamentarias asturianas opinan que detrás del adelanto electoral no se esconde, pues, la dificultad de Cascos para sacar adelante los Presupuestos de este ejercicio, sino su pérdida de pie entre los principales sectores empresariales y financieros de su comunidad. La situación se complica porque en los comicios del próximo 25 de marzo es muy posible que, lejos de arreglarse la situación, es fácil que empeore: en las pasadas legislativas del 20-N, Foro Asturias se dejó más de 122.000 votos respecto a las autonómicas celebradas en marzo. En estas últimas, FAC fue la primera fuerza política de la región, mientras que en las generales quedó relegada a la tercera posición. En estas circunstancias, el objetivo de Cascos de conseguir la mayoría absoluta en Asturias el próximo 25 de marzo se antoja, casi, una misión imposible, se reconoce en el PP y en el PSOE de la región.
Ambas formaciones acentúan también la importancia del creciente trasvase de militantes desde el FAC al PP asturiano, disparado desde que se conoció el descalabro de Cascos en las últimas legislativas. “Cascos se ha metido en un callejón sin salida y lo más probable es que termine tirando la toalla”, pronostican las mismas fuentes. Ayer miércoles no fue posible hablar con el representante de FAC en Madrid, el diputado Enrique Álvarez Sostres.