España

La relajación de algunos bancos centrales divide al BCE

El guante blanco con que se trata a los bancos de la eurozona no sólo ha despertado protestas en la calle. En los despachos del Banco Central Europeo empiezan a escucharse también las primeras críticas de los propios banqueros centrales. Alertan de lo que bautizan como “balkanización” del banco central y señalan, entre otros, al Banco de España.

El guante blanco con que se trata a los bancos de la eurozona no sólo ha despertado protestas en la calle. En los despachos del Banco Central Europeo empiezan a escucharse también las primeras críticas de los propios banqueros centrales. Alertan de lo que bautizan como “balkanización” del banco central y señalan, entre otros, al Banco de España.

Según el responsable consultado por Vozpópuli, las exigencias de transparencia y cumplimiento con las normas que comenzó exigiendo Frankfurt a cambio de conceder más liquidez están siendo relajadas por cada banco central en sus diferentes países. El BCE ha permitido ya a siete bancos centrales (entre ellos el español) relajar los requisitos que se demandaban a la banca para garantizar su acceso a fondos del BCE.

El resultado es que hay siete criterios diferentes para acceder a una sola fuente de crédito: la del BCE. Por ejemplo, el Banco de Francia permite a sus bancos acceder a la liquidez de Frankfurt si depositan como colateral créditos con una posibilidad de impago del 1%. Sin embargo, las exigencias del Banco de Italia son mayores y sólo concede liquidez a quien deposite como aval préstamos con una posibilidad de impago menor al 1%. El tercer criterio lo aplica el Banco de España que acepta las dos fórmulas: créditos con una posibilidad de impago de 1% o menos.

Los distintos criterios no afectan sólo a los diferentes países. “Un mismo gobernador –afirman responsables del BCE—ha permitido a sus bancos acceder a la línea de liquidez primero depositando colateral con una calificación del BB- y, más tarde, de BBB-“.

El Banco de España en el punto de mira

El Banco de España está en el punto de mira de la discordia de Frankfurt, precisamente, por los diferentes criterios que ha establecido. Madrid comenzó siendo muy estricta con los permisos de acceso al crédito pero ha ido relajando esos criterios poco a poco. De hecho, en la actualidad permite líneas de liquidez para quienes las respalden con activos con una posibilidad de quiebra del 0,4% pero ya ha anunciado que también dará crédito más adelante a quien presente créditos con hasta un 1% de dudosidad.

Madrid se ha mostrado dispuesta a inyectar crédito incluso a entidades extranjeras que no estaban previstas. Según la documentación que el Banco de España ha remitido a Frankfurt, “las peticiones de crédito no gobernadas por la ley española pero estructuradas de acuerdo con ella podrían ser aceptadas en una fase posterior, siempre sujetas a una evaluación individual”. “Los detalles técnicos y operacionales así como la gestión de los riesgos será discutida bilateralmente con las partes interesadas”, concluyen los documentos del banco central de Madrid.

Draghi defiende las distintas varas de medir

El gobernador del BCE ha recibido esas críticas de algunos gobernadores y ejecutivos del Banco Central Europeo y las ha intentado aplacar con un argumento: los bancos de cada país saben mejor que Frankfurt el estado de sus bancas locales. Pero a día de hoy, la división interna está servida y el riesgo es el fraccionamiento de la política monetaria.
 

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