Los nueve miembros de la cúpula directiva de Banco de Valencia, intervenido por el Banco de Españan el pasado 21 de noviembre, percibieron en los nueve primeros meses de 2011 una retribución de 2,495 millones de euros, lo que supone un aumento del 7,5% respecto al mismo período del ejercicio anterior.
Esta retribución corresponde al ex consejero delegado del banco, Domingo Parra (sustituido en octubre de 2011 por Aurelio Izquierdo), así como a los directores generales adjuntos y al resto de miembros del comité ejecutivo de dirección general. Se trata en total de nueve directivos considerados como "personal clave".
Por su parte, la remuneración del consejo de administración de Banco de Valencia entre los pasados meses de enero y septiembre de 2011 se situó en 1,981 millones de euros, lo que representa una disminución del 4% en comparación con el mismo período del ejercicio precedente.
Del mismo modo, los miembros del consejo de administración del banco percibieron en los nueve primeros meses del pasado año un total de 205.000 euros por su labor en otros consejos de sociedades integrantes del grupo, cuantía superior en un 32,2% a la contabilizada en el mismo período de 2010.
Pérdidas de 876 millones en los nueve primeros meses de 2011
El Banco de Valencia ha perdido en los nueve primeros meses del año pasado 876,4 millones de euros, resultado negativo que contrasta con el beneficio de 63,8 millones de euros obtenido en el mismo período de 2010, informó la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La entidad, que ha demorado la presentación de sus cuentas porque fue intervenida por el Banco de España el pasado mes de noviembre y que ha incorporado salvedades en el informe de auditoría, ha reducido su margen de intereses el 18,4 por ciento, hasta 172,8 millones de euros.
El informe de auditoría de la entidad ha señalado que necesitará 823 millones de euros en provisiones para afrontar el deterioro de los activos inmobiliarios de riesgo, de acuerdo con lo establecido en la reforma financiera aprobada el pasado viernes por el Gobierno.
Además, ha indicado que las cuentas de Banco de Valencia "no incluyen toda la información que requerirían unos estados financieros consolidados" de acuerdo con las normas internacionales de contabilidad, y ha añadido que la entidad podría recuperar 541 millones de euros procedentes de "activos fiscales diferidos".