El coste de la reordenación bancaria será "ligeramente superior a lo previsto". Así lo han revelado a Vozpópuli fuentes del Ejecutivo que prevén comunicar la cifra definitiva al Congreso de los Diputados en la comparecencia que celebrará este jueves.

El ministro De Guindos cifró en 50.000 millones de euros, el precio de ese ajuste en una entrevista con el diario Financial Times en la que citaba datos del Banco de España. Con las cuentas de los bancos a cierre de 2011, el Ejecutivo calcula que el coste podría ser ligeramente mayor pero siempre por debajo de los 55.000 millones, es decir, hasta un 10% más alta de lo inicialmente calculado.

"No es una desviación significativa" aseguran fuentes de Economía. Luis de Guindos insinuó esa cifra en el road show que mantuvo el martes con los analistas de la comunidad financiera en Londres, pero no quiso adelantarla hasta comunicarla primero al Parlamento. El ministro se limitó a asegurar literalmente que el ajuste estaría "en el entorno" de los 50.000 millones, aunque no quiso concretar la cifra por respeto institucional.

Las provisiones de los bancos

El saneamiento del ladrillo en manos de los bancos costará algo más de lo previsto porque sus balances se han debilitado a fin de año. Eso obliga a que las provisiones superen ligeramente el 28% previsto. Sin embargo, el ministro de Economía ha defendido ante inversores internacionales que la mayor parte del saneamiento ya está en curso.

Según la presentación a analistas que protagonizó en Londres y que tuvo a la presidenta de Banesto, Ana Patricia Botín, como maestra de ceremonias, la situación del mercado inmobiliario en España es "mejor de lo que algunos analistas perciben", dijo el ministro.

Según los cálculos de Economía, hay 175.000 millones de euros en activos inmobiliarios dudosos mientras que otros 148.000 millones son activos ya sanos.