El pulso entre Hacienda y los diferentes ministerios ya ha comenzado bajo la advertencia de que esta vez le toca al Gobierno elaborar unos Presupuestos para una ‘economía de guerra’. Las instrucciones que Cristóbal Montoro ha trasladado al resto de los miembros del Gabinete pasan por la elaboración de unos escenarios presupuestarios para este año que estén diseñados bajo la regla de la máxima austeridad y condicionados también por la urgencia de llevar cuanto antes al Parlamento un proyecto de ley muy restrictivo que será examinado con lupa en Bruselas.
Hacienda se reserva ‘peinar’ todavía más los presupuestos que le presenten los diferentes ministerios una vez que hayan desagregado por partidas el ajuste pendiente. En el acuerdo de no disponibilidad por importe de 8.900 millones aprobado por el Gobierno el pasado diciembre, los ministerios que se llevaron la peor parte fueron los de Fomento (1.614 millones), Industria (1.091), Economía (1.083) y Asuntos Exteriores (1.016). Todos estos departamentos han visto limitados sus gastos durante este primer trimestre en estas cantidades hasta que los Presupuestos de 2012 vean definitivamente la luz. En este periodo, los entes territoriales han visto recortados sus ingresos en 1.040 millones.
El Gobierno está a la espera de conocer el próximo día 23 las previsiones de crecimiento de la Comisión Europea, base que le servirá para elaborar con posterioridad el nuevo cuadro macroeconómico, el techo de gasto y el proyecto de ley de Presupuestos que enviará al Congreso a finales de marzo.
Hasta entonces no se conocerá el volumen del ajuste pendiente. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, barajó la cifra de 45.000 millones durante el último debate parlamentario si realmente se quiere cumplir con el 4,4% de déficit, que es el objetivo fijado para este año. En cualquier proyección que se haga debería tenerse en cuenta el escenario de recesión ya que por cada punto que disminuya el PIB tendrán que sumarse cuatro décimas de déficit. Teniendo en cuenta que la previsión de crecimiento para este año era del 2,3% y que el Fondo Monetario Internacional habla de una contracción del 1,7%, tendríamos entre manos un esfuerzo adicional cercano a los 16.000 millones de euros, una magnitud nada fácil de encajar en un solo ejercicio.
De esta dificultad parte la esperanza del Gobierno de que Bruselas relaje el objetivo de déficit para este ejercicio, desplazando al menos un año los porcentajes comprometidos, un desafío que en el PP se cree al alcance de la mano después de la profundidad de las reformas aprobadas en las últimas semanas.
La portavoz de Economía del PSOE, Inmaculada Rodríguez Piñero, exigió ayer al Gobierno que presente cuanto antes los Presupuestos al Parlamento “pues no tiene precedentes que el Ejecutivo renuncie a presentar sus propias previsiones de crecimiento y espere a que lo haga la Comisión Europea”.