“Es un resultado histórico” dijo la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal tras anunciar que el PP era el partido más votado en Andalucía. Pero la historia no cambiará. Serán 34 años en los que los populares estarán fuera de la Junta y Javier Arenas quizás fuera de la política porque por cuarta vez pierde la presidencia.
El PSOE gobernará en coalición con Izquierda Unida cuyos resultados le permitirían una holgada mayoría absoluta de izquierda con 59 escaños frente a los 50 del PP (40,5% de los votos). Los socialistas han perdido 9 escaños en el Parlamento andaluz pero sus 47 representantes (39,5% de los votos) le permitirán seguir gobernando con el apoyo de Izquierda Unida (IU) que duplica su representación hasta los 12 diputados.
“Este es un partido increíble que nunca se arruga”, dijo anoche quien seguirá siendo presidente andaluz, José Antonio Griñán.
Habrá gobierno de coalición con IU
Según fuentes socialistas, la oferta de pacto será inmediata y comenzó a mencionarse anoche mismo en la llamada de felicitación que el socialista José Antonio Griñán hizo al líder de IU, Diego Valderas, poco después de las diez de la noche. Oficialmente, Griñán habló de “estabilidad y diálogo con todas las fuerzas políticas” pero el PSOE Andaluz traduce eso en un gobierno de coalición en el que Izquierda Unida podría acumular más de 5 consejerías del futuro gobierno.
“Este es un partido increíble que nunca se arruga”, dijo anoche Griñán
La situación política en Andalucía convierte a la comunidad andaluza en el contrapoder de facto al PP. La Junta fue la única que votó en contra del plan de recortes que propuso el Ministerio de Hacienda y anoche, Griñán ya insinuó que su legislatura será de batalla con el PP.
“Hoy se ha visto que hay una mayoría de votantes de izquierdas en Andalucía que creen en el modelo social y en que se defienda la igualdad de oportunidades”, concluyó Griñán que opone ese modelo al que defiende desde Madrid el Presidente Mariano Rajoy.
Andalucía puede convertirse así en el terreno central de las batallas políticas de esta legislatura, con el poder regional en manos socialistas y los poderes nacional y local en la mayoría de ayuntamientos en manos del PP.
La vida política de Javier Arenas puede haber terminado
El candidato más votado fue Javier Arenas. Sin embargo, por cuarta ocasión pierde el gobierno andaluz y su partido pierde 200.000 votos con respecto a la anterior cita electoral. Por zonas, la urbana y de costa volvió a favorecer al Partido Popular mientras que la zona rural favoreció al Partido Socialista, que perdió más de medio millón de votos en la cita.
La llamada del Presidente en funciones, José Antonio Griñán, al candidato más votado fue una felicitación dulce para el PSOE. Ocurrió antes de las 10 de la noche.
Génova calificó de “resultado histórico” lo que describió como “la primera victoria del Partido Popular en la historia de la democracia”. “Somos el partido que lidera el parlamento de Andalucía y así nos vamos a comportar”, anunció Cospedal que agradeció personalmente a Arenas “su trabajo al cien por cien”.
Sin embargo, ese avance no ha sido suficiente para evitar su cuarta derrota como cabeza de cartel. Nadie en el PP quiere hablar de su futuro pero todos son conscientes de que su carrera política a nivel autonómico puede haber terminado con la cita de ayer.
Los dos partidos hacen lectura a nivel nacional
La bajísima participación marcó el segundo mínimo histórico de la historia de la democracia en Andalucía. Sólo en 1990 acudieron menos ciudadanos a las urnas. El 61,67% de los votantes acudieron a las urnas que en apenas 10 meses se han enfrentado a tres procesos electorales, según destacaba anoche la directora del Centro de Sociología de Andalucía que admitía cierta “fatiga electoral”.
Los socialistas quisieron hacer anoche lectura a nivel nacional. “Han bastado cien días de Gobierno de Rajoy para que lo que parecía una flecha hacia arriba del PP se haya convertido en una flecha hacia abajo”, dijo la socialista Elena Valenciano, que aseguró que “los ciudadanos sólo han necesitado cuatro meses para darse cuenta del engaño del gobierno”