Donde dije digo... La Dirección General de la Policía dará en breve instrucciones para rectificar la reciente orden dada por algunos mandos policiales en el País Vasco que prohibía a los agentes de la lucha antiterrorista utilizar capuchas en las operaciones que se desarrollan en la calle. Altos responsables de este departamento confirmaron ayer a Vozpópuli que se emitirá una nueva orden interna para que esta prenda pueda seguir siendo utilizada por los policías destinados en el País Vasco y Navarra cuando desempeñen su labor en lugares públicos, no así en los interrogatorios, donde se mantendrá la obligatoriedad de mostrar el rostro al detenido y a los abogados que asistan a ello. Para el resto de España, el uso de la capucha será mucho más restrictivo, añaden estas fuentes.
Según dicha nueva orden, a cuyo borrador ha tenido acceso este diario, "el uso de la capucha como medio para preservar la identidad [de los agentes] durante el servicio" será decidido por "el responsable del operativo", quien tendrá en cuanta "si la actuación es en un entorno público o no y el grado de hostilidad previsible" que se pueden encontrar los agentes, en referencia a la presencia de grupos de personas afines a los detenidos. Estos responsables policiales también deberán tener en cuenta a la hora de autorizar el uso de esta prenda "si se actúa con otro y otros cuerpos de seguridad" y si éstos utilizan la capucha.
La nueva nota recuerda que hay otras prendas "menos llamativas" que la capucha, como gafas de sol y gorras
La nota recalca que la utilización de la prenda no exime de "cumplir las normas en vigor sobre la obligatoriedad de la identificación en caso de ser requerido, ya mediante el número de placa que se porte en el uniforme, ya con la exhibición de la placa y el carnet profesional". No obstante, sus autores recuerdan que, aunque debe primar la seguridad de los policias, "existen otras prendas más usuales y menos llamativos" que la capucha, y menciona en concreto "gafas de sol, gorras y sombreros".
La polémica surgió el pasado 6 de abril, en plena Semana Santa, cuando los integrantes de la Brigada de Información de la Jefatura Superior de Policía de Bilbao recibieron la orden verbal de uno de sus superiores para que dejaran de utilizar la capucha en los controles que realizan en la calle así como en las detenciones de sospechosos de terrorismo, según adelantó Vozpópuli el pasado 30 de abril. Poco después, idéntica instrucción era transmitida también a los agentes destinados en la lucha antiterrorista en Guipúzcoa, según informaron fuentes policiales. El malestar no tardó en exteriorizarse entre éstos, sobre todo porque los miembros de la Ertzaintza y de la Guardia Civil seguían usando dicha prenda.
El pasado 26 de abril, sus quejas llegaron de la mano de los representantes del Sindicato Unificado de Policía (SUP) a la reunión del pleno del Consejo de la Policía, al que asistieron el propio director general, Ignacio Cosidó, y su mano derecha, el comisario Eugenio Pino, director adjunto operativo. Según denunciaron a este diario varios agentes afectados, la medida se justificó ante ellos como un intento "por mejorar la imagen" del Cuerpo tras los incidentes de Valencia. Precisamente, el borrador de la nota que anulará aquella también hace referencia a "recientes incidentes de orden públicos acaecidos en diversas ciudades españolas".
El comisario Pino aseguró entonces tener constancia de dicha instrucción, pero negó que hubiera partido de Madrid. Según personas presentes en la reunión del Consejo, la responsabilidad de la misma recayó en un mando destinado en Bilbao, quien, sin embargo, en los últimos días ha hecho saber en diversas instancias que él nunca dio dicha instrucción. Cierto o no, el director adjunto operativo aseguró entonces a los sindicatos policiales que en breve la Dirección General remitiría una nota para "aclarar el asunto". Alto responsables reconocen que el trabajo de los agentes en el País Vasco y Navarra no tiene nada que ver con la del resto de España y, por tanto, el uso de la capucha por su parte "está más que justificado".
A la espera de la orden
Sin embargo, fuentes policiales del País Vasco aseguraban ayer por la tarde a este diario que ellos no tenían aún constancia de que dicha nueva orden anulando la anterior se hubiese emitido y, por tanto, mantenían sus críticas a la medida: "Hay un alto el fuego indefinido de ETA, sí, pero la banda aún no ha entregado las armas, por lo que aún no ha llegado el momento de relajar las medidas de seguridad", volvían a destacar ayer los policías afectados por la polémica orden.