El Partido Popular intentó este miércoles sumar a Vox a su frente parlamentario contra la prórroga del estado de alarma que pretende el Ejecutivo de Pedro Sánchez, pero recibió un sonoro portazo de la formación que lidera Santiago Abascal, según supo Vozpópuli de fuentes solventes.
Desde el partido de Pablo Casado se trasladó este miércoles a los medios que los populares habían hablado con todos los partidos con representación en la Cámara baja, a excepción de Bildu. Los contactos con formaciones tan alejadas como ERC, PNV, JxCAT e incluso la CUP buscaban un frente común para garantizar el control parlamentario de la alarma.
En concreto, el PP quiere forzar a Sánchez a que comparezca cada mes y reducir todo lo posible los seis meses de la excepcionalidad. Ciudadanos se acercó bastante a sus pretensiones ya que en sus enmiendas al decreto pidió una duración máxima de tres meses, la mitad de lo que pide Sánchez, y la misma periodicidad en las comparecencias del jefe del Ejecutivo.
Para Génova, la oferta de Sánchez a Casado de ayer en el hemiciclo de comparecencias bimensuales es "en extremo totalmente insuficiente", por lo que el PP no descarta apoyar este jueves proposiciones de resolución "de otras formaciones" políticas destinadas a "salvaguardar" el control parlamentario.
La propuesta del PP, una "frivolidad"
Sin embargo, en el caso de Vox no se pasó de una breve conversación que no llegó a ningún lado. El partido de Abascal se ha posicionado desde el principio en el 'no' a la prórroga del estado de alarma y no amagó ni siquiera con presentar enmiendas, pues sólo pretende recurrir al Tribunal Constitucional la decisión que adopte el pleno si supera los 15 días. Así que la petición del PP cayó en saco roto.
"Nuestra posición es clara", advierte un dirigente de Vox a este periódico. "No negociamos con los derechos y libertades de los ciudadanos. Lo que es inconstitucional no lo es menos por pactar 2, 4 o 6 meses", prosigue tras la oferta de Casado a Sánchez de limitar el estado de alarma a ocho semanas, el equivalente a dos meses.
Desde el equipo de Abascal se llegó a tildar de "frivolidad" la llamada del PP y advierten a Casado de la tentación de llegar a un acuerdo con Sánchez en este asunto. "Sólo puede aceptarse por quienes tienen sus sueldos garantizados", afirma la citada fuente.
Vox utilizó este miércoles la sesión de control al Gobierno en el Congreso para arremeter contra el PP por haber votado en contra de su moción de censura y haber tenido la "poca vergüenza" de situarles en la "extrema derecha". En este contexto, se erigió como "única oposición" en el "Congreso de las focas", dado que, a su juicio, la izquierda ha logrado ya "domesticar" a los de Casado.
Así lo aseguraron la secretaria general del grupo de Vox, Macarena Olona, y su portavoz parlamentario, Iván Espinosa de los Monteros, en los debates que mantuvieron, respectivamente, con el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, y la vicepresidenta primera, Carmen Calvo.
De los "ratones" a las "focas"
Ambos dirigentes de Vox utilizaron sus turnos de palabras para ahondar en sus reproches a los de Casado. Especialmente dura, según Europa Press, se mostró Olona quien se despachó contra el PP señalando que con su 'no' a la moción de censura, al final, en realidad decía no "a la existencia de Vox" y se sumaba así a la "estigmatización" de sus votantes situándoles en la "extrema derecha". "¡Cómo pueden tener esa poca vergüenza!", se lamentó.
Olona recordó a la bancada popular que antes de la aparición de su partido los "fascistas" eran ellos, pero que ahora son los de Vox porque son "la única oposición" y la que no comparte "mantel ni cama redonda" con socialistas, populares y naranjas en "cenas lujosas" en las que se incumplen las restricciones que se imponen al resto de la ciudadanía.
"Esto ya no es el Congreso de los ratones, esto es el Congreso de las focas. Sigan aplaudiendo como focas que nosotros actuaremos como dique de contención", exclamó desde su escaño mientras señalaba con el dedo a la bancada popular.