El pasado Consejo de Ministros resolvió el pasado viernes el cese “a petición propia” de la hasta entonces directora de la Agencia Tributaria, Beatriz Viana. El gobierno nombró el viernes como sustituto a Santiago Menéndez Menéndez. Obviamente el relevo ‘voluntario’ se producía a resultas del ‘culebrón’ desatado por el DNI de la infanta.
Apenas dos días después de producirse el relevo en la dirección, se producen los relevos en la cúpula la Agencia Tributaria. Este lunes, Santiago Menéndez decide cambiar al delegado central de grandes contribuyentes. Ángel Mariano Serrano Gutiérrez es sustituido por Ignacio Huidobro. También cambia la responsable del departamento de recaudación. Soledad García López sustituye a Ana Fernández-Daza Álvarez.
Cesa la directora de gestión tributaria, Mª Ángeles Fernández Pérez y es sustituida por Rufino de la Rosa Cordón. También hay cambios en Recursos Humanos. Sara Ugarte Alonso-Vega deja paso a Manuel José Rufas Vallés. Y por supuesto, cesa el hasta ahora director de gabinete, Francisco Muñoz Morales Álvarez Anciola. El director de gabinete de Santiago Menéndez será Daniel Gómez Aragón.
Por último, también se nombra directora de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) a Margarita García-Valdecasas Salgado. La ONIF es la unidad de elite de la Agencia Tributaria, encargada de los grandes temas y en estrecha relación con la Fiscalía Anticorrupción.
Nuevos nombres, pero un mismo objetivo: combatir el fraude fiscal, pieza clave para cuadrar el objetivo de déficit. De momento, el nuevo director se estrena con nuevo equipo y algún éxito: la desarticulación de una red que defraudó 5 millones de euros.
