La líder del PP de Cataluña regresó a Barcelona muy satisfecha del protagonismo y el eco logrado a raíz de su propuesta de financiación autonómica. "El lío, la rebelión de los barones y el matizado rechazo por parte de Génova se vio compensado con las amables palabras de aliento que le dedicó Rajoy en la Moncloa y la rectificación sobre la marcha del propio Montoro, quien en veinticuatro horas mudó su firmeza del lunes en comprensión el martes, luego de entrevistarse con ella", comentan fuentes de los populares catalanes. Pero sin olvidar que tanto uno como otro le pararon los pies a Camacho en su informe de acelerar el debate sobre financiación. Ahora no toca, le dijo el ministro de Hacienda.
La sonrisa de Sánchez-Camacho no ha logrado despejar todos los nubarrones. La líder catalana filtró a dos medios de comunicación su propuesta de financiación antes de sumarse por primera vez a la sesión de "maitines" de su partido. Cierto que Jorge Moragas, su máximo valedor amen de jefe de Gabinete de Rajoy, le había dado el visto bueno a esta operación. Moragas se reúne casi semanalmente con el equipo del PP catalán para orientar la estrategia frente al reto secesionista de Artur Mas así como para atajar la fuga de votos creciente hacia Ciutadans. Moragas forma parte del equipo creador de la campaña "derecho a saber", que ha puesto en marcha el PP catalán frente al "derecho a decidir" de los independentistas.
Recelos y optimismo
"Por primera vez en mucho tiempo, parece que el Partido Popular catalán ha encontrado su sitio", comentan fuentes de la dirección, optimistas ante la acogida de que ha sido objeto estos días en Madrid. Otras fuentes, sin embargo, recelan de la mal disimulada tibieza de Sánchez-Camacho para con los nacionalistas e incluso creen ver la sombra de un nuevo "caso Piqué", el exministro de Aznar, ahora en OHL, quien hundió a los populares catalanes en los cinco años que ejerció de presidente de la formación.
"Son las sombras de Método 3 lo que más inquieta en la dirección nacional", señalan fuentes de Génova
Pero el principal problema para Sánchez-Camacho no estriba en su dialéctica con los independentistas. "Son la sombras de Método 3 lo que más inquieta en la dirección nacional", comentan fuentes de Génova. Aquel turbio asunto, todavía judicializado y que la líder del PP intentó silenciar mediante un inopinado acuerdo con el PSC y con la propia agencia de detectives, sobrevuela como una losa en el futuro político de la dirigente catalana. El todopoderoso José Zaragoza, secretario de Organización del PSC, tuvo que renunciar hace unos meses de la ejecutiva de su partido por este oscuro "affaire". Y cada vez aparecen má sindiciones sobre una posible pinza entre Camacho y Zaragoza, con Método 3 de por medio, para organizar la encerrona en torno al famoso almuerzo de la Camarga entre la líder del PP y Victoria Álvarez, la ex del primogénito de Jordi Pujol.
Apoyos y amparo
Sánchez-Camacho, pese al amparo de Moragas y a la no mala relación con Dolores Cospedal, tiene su futuro pendiente de la evolución de este caso de espionaje que ha sacudido la actualidad política catalana durante estos dos últimos años. La agitación secesionista acapara por ahora toda la atención política y mediática de Cataluña.
Pero el caso de los espías sigue abierto, "las maniobras de Camacho con Zaragoza han sido muy poco claras, según se ha ido sabiendo, y en Madrid no se tiene total confianza en que este asunto derive hacia una situación inmanejable", comenta un miembro de la directiva catalana donde se teme que aparezcan nuevas sorpresas sobre el escándalo.
Ya tiene incluso candidata a la sustitución, Dolors Montserrat, quien, como ya informó este periódico, goza del respaldo total tanto de la ejecutiva nacional como de la catalana. Todo es cuestión de tiempo, salvo que la accidentada situación política catalana lleve a un anticipao electoral.