El modelo de Alvia que descarriló en el compostelano barrio de Angrois el 24 de julio de 2013 y que provocó 80 muertes y 144 heridos, pesa 32 toneladas más de lo que permite Renfe en su propia documentación, según revela el documental Frankenstein-04155. La investigación se ha cerrado con el maquinista como único imputado.
El documento técnico de la operadora ferroviaria para la serie 730 del Alvia, fabricado por Talgo y Bombardier establece que la masa total de este tren en plena carga puede ser como máximo 40 toneladas superior a la del 130 original, cuya tara se sitúa en 312 toneladas, según se desprende del avance de la cita al que ha tenido acceso Europa Press.
La película, dirigida por Aitor Rei, revela que el manual de conducción del modelo de Alvia que descarriló a la entrada de Santiago sitúa su peso en 384 toneladas en tara (vacío), 72 más que el 130 y, por tanto, con un sobrepeso de 32 toneladas sobre el tope fijado por la operadora ferroviaria.
El Alvia S-730 incorpora dos furgones generadores después y antes de las locomotoras, y por este motivo se presenta con tres centros de gravedad. En el argot ferroviario fue conocido desde su nacimiento como 'Frankenstein' y el ministro de Fomento José Blanco le concedió el carácter de tren "pionero" en Europa y el mundo, por su carácter "mixto" y su capacidad de circular por ancho variable y con diésel.
Es un "mamotreto", no obstante, y "un aborto de la ingeniería" que obedece "a necesidades e influencias políticas", incluso, para expertos cuyo testimonio recoge el documental, que se presentará en exclusiva a finales de este mes en la 60 edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid.
Fuentes de Renfe consultadas por Europa Press han evitado entrar en la polémica en cuanto a los pesos del Alvia y se han limitado a señalar que, en cuanto a los números y la documentación, "está todo presentado en el juzgado".