Ni PNV ni Esquera. Los dos socios parlamentarios del Gobierno de Pedro Sánchez se niegan a valorar el uso que hace el presidente del Falcon y del helicóptero Super Puma. Un silencio que contrasta con las duras críticas que dedicaron a José Luis Rodríguez Zapatero cuando viajaba a mítines del PSOE a bordo de las aeronaves militares. Los republicanos, en concreto, llegaron a exigirle en 2009 "devolver el importe del viaje".
"Por lo que haga o deje de hacer Sánchez, que hable Sánchez", responden a Vozpópuli fuentes del partido catalán. Desde el PNV, que en 2009 consideraban los desplazamientos de Zapatero como "severamente criticables", tampoco se mojan. Esta actitud también se refleja en las cuentas de Twitter de sus diputados en el Congreso. De nuevo, ninguna referencia al 'Falcon' en sus publicaciones o en las de los perfiles oficiales de las formaciones en la red social.
El patrón se repite con otra formación: Izquierda Unida, que forma parte de la coalición Unidas Podemos, el compañero del PSOE en el Gobierno. Los de Alberto Garzón tampoco se pronuncian en público. "IU no suele valorar este tipo de informaciones (…) Se encarga el Gobierno de ofrecer los datos", defienden. Gaspar Llamazares, en cambio, no tardó en su día en cargar contra Zapatero. "No se puede utilizar para una finalidad partidaria un bien [el Falcon] de carácter público", dijo hace 11 años.
Ni Bildu ni Más País ni BNG ni Teruel Existe. Los únicos socios parlamentarios que han criticado -de forma residual- los desplazamientos del presidente son Nueva Canarias y Compromís
Los otros partidos que facilitaron o apoyaron la investidura de Sánchez -EH Bildu, Más País, Compromís, BNG, Nueva Canarias y Teruel Existe- apenas referencian las polémicas con el medio de transporte. Entre los cinco diputados de Bildu, sólo uno ha mencionado al Falcon en Twitter: Oskar Matute. Pero fue en 2009 y para criticar al antiguo líder socialista. "Entre el Falcon de ZP, los trajes de Camps, Fabra y demás, ya les podía dar por mirar a la clase política de Gran Bretaña sin ir más lejos, dimiten", escribió.
Hay dos excepciones: Compromís y Nueva Canarias. El partido valenciano cuestionó en 2018 la visita del presidente al festival de Benicasim. El pasado febrero, también reprochó al presidente que viajase "en su Falcon" a Alicante sólo para "cortar una cinta" en la inauguración del AVE Madrid-Orihuela. Nueva Canarias, por su parte, publicó dos tuits en 2019 en los que vacilaba sobre el avión y el líder del Ejecutivo.
El modus operandi de Sánchez con el Falcon
La polémica del Falcon acompaña a Sánchez desde su primer mandato, tras la moción de censura contra Mariano Rajoy en 2018. Episodios criticados como sus viajes al FIB de Benicasim o a la boda de un familiar en La Rioja a bordo de las aeronaves militares. Desde entonces, el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno (CTBG) ha exigido al Gobierno en más de una decena de veces que aporte información sobre el uso del Falcon y su gasto.
Los últimos desplazamientos de Sánchez a congresos regionales de su partido han desatado una batería de preguntas parlamentarias de Vox y críticas públicas del PP y Ciudadanos. El presidente y su equipo suelen repetir el mismo modus operandi. Moncloa y Ferraz sincronizan sus agendas para hacer coincidir un acto institucional, al que Sánchez acude como jefe del Ejecutivo, con un posterior mitin del PSOE, al que asiste como secretario general del partido.
Desde el 7 de noviembre hasta el 9 de diciembre, Sánchez repitió este guion en Málaga, Alicante, Gran Canaria, Bilbao, Murcia y Santiago. Los viajes obligaron a movilizar hasta en 54 ocasiones el Falcon y el helicóptero Super Puma, tal y como acreditó este diario.
Sin ley que regule las aeronaves oficiales
El Dassault Falcon 900B forma parte del Grupo 45 de las Fuerzas Aéreas, ubicada en la base aérea de Torrejón de Ardoz. Pese a que se fundó en 1956, la unidad se especializó en el transporte de autoridades en 2004. A día de hoy cuenta también con otro modelo de avión: el Airbus A-310, con más autonomía de vuelo. Moncloa también utiliza el helicóptero AS 332 Super Puma, gestionado por el 402 Escuadrón del Ejército del Aire, situado en Cuatro Vientos. Es habitual que un Super Puma viaje desde Cuatro Vientos hasta Moncloa para trasladar al presidente y su equipo a Torrejón, donde les espera un Falcon.
Los dos grupos militares tienen una misión clara: transportar a las autoridades. Pero a pesar de las exigencias de los partidos políticos, no existe ninguna ley que regule para qué tipos de viajes de altos cargos deben emplearse las aeronaves. Su uso, por tanto, no depende de la oficialidad del acto. Desde los diferentes Gobiernos socialistas siempre han alegado razones de seguridad.
PP, ERC, PNV... Y los polémicos viajes de Zapatero
El melón sobre el uso del Falcon se abrió en 2006 tras un viaje a Londres del entonces presidente Rodríguez Zapatero junto a su mujer e hijas. En 2009, el socialista viajaba a mítines de su partido en el avión gubernamental y no lo escondía. "Siempre me he desplazado de la misma manera", respondió a Telecinco. Con estas declaraciones, Zapatero quiso zanjar la primera gran crisis que estalló contra Moncloa por el avión militar. Ocurrió entre finales de mayo y principios de junio de 2009. El PP lideró las acusaciones contra el dirigente socialista por haberse transportado en Falcon a un mitin del PSOE en Dos Hermanas (Sevilla) y otro en Asturias por las elecciones europeas.
Los socialistas respondieron con la misma moneda: alumbrando supuestos viajes en Falcon de Aznar, Rajoy, Javier Arenas o Mayor Oreja durante el anterior Ejecutivo popular. El PP los negaba. Por aquel entonces, el PSOE no contaba con el silencio de ERC y el PNV. Todo lo contrario.
ERC, a Zapatero en 2009: "Haría bien el presidente en devolver los recursos que son de todos y el importe de ese viaje"
Los nacionalistas vascos, que se abstuvieron en las investiduras de Zapatero en 2004 y 2008, sostuvieron en aquella ocasión que el uso que el líder del Ejecutivo daba al Falcon era "sorprendente y severamente criticable". No les valieron las explicaciones de Moncloa, que argumentaba motivos de seguridad. Para Josu Erkoreka, entonces portavoz del Grupo vasco en el Hemiciclo, una cosa era conceder al jefe del Ejecutivo "cobertura, seguridad y medios públicos" y otra, "que se fleten expresamente aviones del ejército para actividades que nada tienen que ver en la función como presidente del Gobierno".
ERC fue más allá. Los republicanos catalanes, que votaron a favor de la investidura de Zapatero en 2004 y en contra en la de 2008, no se cortaron un pelo. En declaraciones recogidas por Europa Press, el portavoz de Esquerra en el Congreso Joan Ridao afeó al presidente su "aprovechamiento ilícito de recursos que son de todos" para un acto "claramente partidista". "Reconocimiento del pecado, propósito de enmienda y sobre todo devolver al erario público lo que es de todos. Haría bien el presidente en devolver los recursos que son de todos y el importe de ese viaje", propuso Ridao.
El Tribunal de Cuentas pidió regular los medios de transporte del Gobierno y líderes políticos para "despejar incertidumbres" como las de los mítines de Zapatero
También Gaspar Llamazares, diputado de IU, denunció la "mala utilización" de un bien público: "Si es una actividad del Gobierno, es natural que utilice un medio de transporte estatal, pero si no es así deberá [Zapatero] explicar por qué lo ha hecho".
'Tirón de orejas' del Tribunal de Cuentas
El partido independentista no se conformó y presentó en 2009 una moción para regular los medios de transporte utilizados por el presidente, los ministros y altos cargos en periodos electorales. El Falcon también tuvo sus 'días de gloria' en 2010. El Tribunal de Cuentas pidió regular el uso de los medios de transporte del Ejecutivo en campaña para ayudar a "despejar incertidumbres" como las de los mítines de Zapatero un año antes. El órgano también extendió su propuesta al resto de líderes políticos. El PP aprovechó y llevó al Congreso una proposición no de ley. Pero fracasó a pesar de contar con el apoyo de PNV, ERC, IU o UPyD.
La entrada de Rajoy al Gobierno en 2011 cambió los papeles. Los socialistas pasaron a proponer en 2012 al Ejecutivo popular una normativa para que el transporte público y privado de cargos públicos en campaña se computase como gasto electoral de los partidos. El PP la rechazó. Dos años más tarde, IU criticó a Rajoy por viajar en Falcon a Dublín para asistir al congreso del PP europeo. El político gallego viajó primero a Bruselas para asistir a un Consejo Europeo extraordinario. Desde ahí, se trasladó a la capital irlandesa, donde tenía programada una reunión oficial con el primer ministro irlandés. Luego, acudió al conclave popular.