"Las autoridades españolas ayudaron a cometer crímenes contra el derecho internacional". Así de tajante se ha mostrado este martes Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional España, sobre la responsabilidad del Ministerio del Interior de Fernando Grande-Marlaska en la tragedia de Melilla. En un nuevo informe sobre los sucesos del 24 de junio, Amnistía Internacional ha denunciado la actuación "negligente" de las fuerzas de seguridad tanto españolas como marroquíes, así como el encubrimiento de los hechos ocurridos en una jornada en la que murieron al menos 37 personas y cientos resultaron heridas (77 permanecen desaparecidas).
Amnistía denuncia el "uso excesivo" de la fuerza por las autoridades, que utilizaron porras, balas y pelotas de goma, y realizaron acciones como golpes y patadas contra personas que ya estaban inmovilizadas o no podían reaccionar a causa de las lesiones que habían sufrido. Unos hechos, además, agravados por la omisión de socorro de estas autoridades y una atención médica lenta: hasta ocho horas permanecieron apiladas y heridos los migrantes subsaharianos tras el salto de la valla. Las autoridades españolas, además, no permitieron el acceso de la Cruz Roja a la zona, según denuncia la organización.
Omisión de socorro a los heridos
Seis meses después de la tragedia, uno de los frentes abiertos en la actuación tanto de España como de Marruecos es la omisión de atención sanitaria a los migrantes heridos. "Muchos podrían haber sobrevivido de haber sido atendidos a tiempo", ha aseverado Beltrán.
En Marruecos, sostiene el informe, no se comenzó a atender a personas heridas hasta dos horas después de que terminará la operación de las autoridades fronterizas para reprimir el intento de cruzar la frontera. Una de las personas citadas en el informe de Amnistía Internacional sostiene que los agentes de seguridad españoles obligaron a personas heridas a cruzar de nuevo la frontera hasta Marruecos aunque se encontraran "sangrando y con heridas abiertas".
77 desaparecidos y encubrimiento de las autoridades
Además de la muerte de 37 personas, 77 migrantes permanecen en paradero desconocido en medio de la falta de transparencia de los gobiernos tanto de Marruecos como de España. "El Gobierno español parece que ha tratado de encubrir los hechos", ha afirmado Beltrán. También ha insistido en que, además, "no se ha y abierto ninguna investigación y colabora a regañadientes" en las que llevan a cabo otras organizaciones. También Marruecos ha obstaculizado la investigación sobre los hechos de Melilla, según ha explicado Amna Guellali, responsable de Amnistía Internacional en Medio Oriente. Según ha denunciado, los ministerios de Justicia e Interior marroquíes "obstruyen" los intentos de las familias de localizar a los 77 desaparecidos. Asimismo, denuncia, no han compartido ningún listado que incluya los nombres de los fallecidos y han impedido a las asociaciones hacer su trabajo de investigación.
Un adolescente sudanés de 17 años relató a la organización cómo la policía marroquí lo llevó a prisión la misma noche del 24 de junio, antes de llevárselo por la fuerza en un autobús. No es un caso aislado, ya que múltiples testimonios recogidos por Amnistía hablan de la dispersión de los migrantes a lo largo del territorio marroquí, algunos a más de 1000 kilómetros de Nádor, habiendo sido incluso abandonados al borde de la carretera y fuera de núcleos de población sin que se les prestará ningún tipo de asistencia médica a los heridos.
El fracaso de las políticas migratorias
"Estamos aquí para aportar información sobre asesinatos masivos, desapariciones forzadas, torturas, discriminación y racismo. Todo ello en suelo europeo". Así ha expresado Agnès Callamard, Secretaria General de Amnistía Internacional, la visión de la organización con las políticas migratorias europeas. Unas políticas, ha dicho Guellali, "centradas en la seguridad, en lugar de en dar un trato digno a los migrantes". La responsable de la organización en Medio Oriente ha hablado de cómo las víctimas de la tragedia de Melilla "se aferraron a una imagen ideal de Europa".
Desde Amnistía, otorgan una importancia clave a las políticas nocivas no sólo de España, sino de Europa en última instancia, de externalización del control de las migraciones -en este caso, en manos de Marruecos-, cuyas consecuencias han sido letales en Melilla, más concretamente en el paso fronterizo conocido como "Barrio Chin". Por todo ello, Amnistía Internacional pide la apertura de Investigaciones independientes y exhaustivas por parte de Madrid y Rabat para esclarecer los hechos, así como un ejercicio de rendición de cuentas para informar con respecto a los desaparecidos y un reconocimiento de las violaciones de derechos humanos cometidas hace seis meses.
Paco 2D2
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