El nombramiento de Alberto Ruiz Gallardón como ministro de Defensa abre una vacante en la Alcaldía de Madrid que, previsiblemente, heredará la actual Ana Botella. La actual concejal de Medio Ambiente, Ana Botella, podría asumir la alcaldía sin pasar por las urnas, abriendo la cuestión de su legitimidad democrática y sobre su capacidad de gestión sobre una deuda que, a día de hoy, ronda los 7.000 millones de euros y convierte al consistorio de la capital en el más endeudado de España.
Los cambios políticos pueden ser importantes porque la disparidad ideológica entre el actual alcalde y su sucesora son públicos. Gallardón ha mostrado su simpatía pública con algunas de las políticas del gobierno Zapatero como los matrimonios homosexuales o la píldora del día después, algo a lo que la mujer de Aznar se opone abiertamente
La oposición pedirá elecciones
Esa será, previsiblemente, una de las bazas que juegue la oposición: el cambio de políticos y de políticas sin pasar por las urnas plantea una cuestión de legitimidad democrática.
Pese a que el sistema electoral establece que se votan las siglas y no a las personas, la oposición en Madrid ha subrayado que cargos como el de alcalde arrastran una enorme carga de simpatía personal y que la presentación de un candidato para sustituirlo apenas seis meses después de las elecciones constituyen un fraude democrático y obligan a la convocatoria de una nueva cita electoral. “Los resultados habrían sido muy distintos con Ana Botella como cabeza de lista”, ha asegurado el líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez.
Botella intenta subrayar un perfil que vaya más allá de Aznar
Casada desde los 23 años con José María Aznar, al que conoció en el viaje de final de carrera, Botella ha intentado subrayar en los últimos años su perfil propio y profesional para desvincularse de la sombra de su marido.
Botella aprobó oposiciones para el Cuerpo de Técnicos de Información y Turismo y –según dijo-- “los primeros años de su matrimonio mantenía a la familia”.
Desde que en su primera legislatura (2003-2007) Ruiz Gallardón puso a Ana Botella al frente del área de Servicios Sociales, comenzó a actuar con cierta autonomía y –en ocasiones—incluso en contradicción con el alcalde. Su primera decisión fue trasladar la sede de la concejalía a un edificio de costoso alquiler en la calle Ortega y Gasset, en el distrito de Salamanca.