El hombre de 72 años que ha matado a sus dos nietos en Huétor Tájar (Granada) sufrió una apnea respiratoria en el accidente de tráfico del pasado mes de marzo en el que murieron su mujer y su hija, según han informado fuentes de la investigación a Vozpópuli. Ese fue el comienzo de las desavenencias con su yerno que llegaron hasta el punto de que el hombre prohibió al abuelo poder ver a los menores ya que le culpaba de la tragedia, según estas mismas fuentes.
La Guardia Civil de Granada trata de recomponer las piezas del puzle de lo que ha sido una auténtica tragedia y ha conmocionado a esta localidad, que precisamente vivía sus fiestas patronales. El inicio de las disputas familiares tuvo su origen en el accidente de tráfico que sufrieron el pasado 19 de marzo en el kilómetro 6 de la carretera GR-4407, a su paso por Loja.
El accidente de tráfico Granada
El abuelo conducía el vehículo en el que viajaban su esposa, su hija y sus dos nietos. Las dos mujeres acabaron falleciendo en el hospital. El desencadenante del mismo fue que el hombre sufrió una apnea respiratoria. Esta dolencia se define como una pausa en la respiración de al menos 10 segundos. También se le retiró el carnet de conducir. El septuagenario y los menores sobrevivieron a la colisión.
Tras este trágico suceso, la relación entre el abuelo y el yerno se vio muy deteriorada. Unas desavenencias que acabaron con el impedimento de ver a sus nietos. Una situación que el hombre de 72 años no acababa de aceptar y ya había protagonizado algún que otro altercado. Al parecer, el septuagenario seguía conduciendo a pesar de la retirada del permiso. Tenía diagnosticada la apnea del sueño, según estas mismas fuentes.
Toda esta disputa provocó que el hombre se atrincherara esta noche en el domicilio en la calle Alfredo Nobel. Amenazó al resto de la familia con una escopeta marca Benelli del calibre 12, según las fuentes consultadas. Rápidamente se desplazaron a la zona varias unidades de la Guardia Civil y de la Policía Local e intentaron mediar con el abuelo violento que se encontraba fuera de sí.
El aviso llegó a las 21.40 de la noche del domingo 19 de mayo. Justo en la fecha en la que se cumplían dos meses del accidente de tráfico en el que murió parte de su familia. El abuelo se refugió en la casa con sus dos nietos de 10 y 12 años.
Una escopeta de la marca Benelli del calibre 12
Un mediador de la Guardia Civil, que acudió desde Madrid, estuvo durante horas intentando que el abuelo entrara en razón. A las cinco de la mañana se cortaron las comunicaciones. El hombre puso como fecha límite de salir de su encierro las ocho de la mañana para que los menores fueran al colegio.
Sin embargo, pasada la hora marcada no había señales de su presencia. Es por ello, que los agentes decidieron entrar en el domicilio. Momento que fue aprovechado por el abuelo para matar a sus nietos.
Los guardias se encontraron los tres cadáveres. Cada uno en una estancia diferente de la casa. Uno de los niños murió asfixiado mientras que el otro tenía herida de bala de la escopeta. Precisamente, con esa misma arma de fuego el hombre se quitó la vida antes de la entrada de las autoridades.
La Guardia Civil de Granada mantiene las pesquisas abiertas para aclarar todo lo que concierne a este trágico suceso. Por el momento se desconoce si el abuelo contaba con antecedentes o licencia para portar esa escopeta. Tampoco se sabe si ya había protagonizado anteriormente incidentes violentos tras el accidente de tráfico.