Andalucía

Moreno Bonilla y Carlos Mazón reivindican una España menos radial y el fin de los privilegios

Andalucía y Valencia son las tercera y cuarta economía del país, pero también están en el vagón de cola de la financiación

El presidente andaluz, Juanma Moreno Bonilla EP

Granada, una de las ciudades más turísticas de España ha acogido el encuentro de los presidentes de Andalucía y Valencia. A propósito de los registros históricos en turismo en la anfitriona, ambos mandatarios reivindican una nación “menos radial”, en alusión a Madrid, y con más “equidad”, en alusión a Cataluña. 

Ambas regiones representan la tercera y cuarta economía del país, tienen más de 14 millones de habitantes y condensan más del 20% del PIB de la nación. No obstante, el foro de los populares Moreno Bonilla y Carlos Mazón ha dejado un largo repertorio de pedidos largamente ignorados por el ejecutivo de Pedro Sánchez. 

Los presidentes autonómicos han tratado temas muy diversos, pero la logística de coincidir dos agendas obligó a tratar el tema de la logística. “¿Cómo ha llegado hasta Granada?”, le plantea a Mazón el periodista de COPE Ángel Expósito, que ha hecho de maestro de ceremonias en Granada: la cuestión estaba sobre la mesa. El tren evidencia las carencias territoriales de un país muy desigual, denuncian los populares. 

La cabeza ha debido de zumbarle al reprobado ministro de Transportes, Óscar Puente, que precisamente el día anterior estuvo en la misma ciudad para anunciar un histórico soterramiento del tren granadino, pero soterrando también otras exigencias regionales. “Tenemos un modelo basado en la España radial, pero ¿qué pasa con los corredores?”, ha dicho Mazón.  

En Valencia y Andalucía, la finalización del corredor Mediterráneo es un unicornio largamente esperado. Mazón destaca que probablemente, con la potencialidad económica del Levante y el puerto de Algeciras, el corredor pase por ser “una de las infraestructuras más rentables de todo el continente” y concluye que “la España radial no solo es injusta, sino improductiva". 

Por su parte, Moreno Bonilla ha aludido a las carencias extensas que tiene Andalucía en materia de infraestructuras, algo inentendible con la actual coyuntura económica, “un país puede anular su crecimiento económico si el desarrollo de su economía no es acorde a su propia conectividad”. El ejemplo estaba en el estrado, Sevilla y Valencia, tercer y cuarto núcleo poblacional de España, dependen de una sola línea de vuelos y no hay conexión directa por ferrocarril. Como siempre, es más fácil llegar de Sevilla a Valencia pasando por Madrid. Un país muy lógico.

El andaluz también ha denunciado la degradación de un servicio que, hasta hace poco, era un símbolo nacional como la alta velocidad. Ayer mismo, la conexión de Sevilla con Madrid registró retrasos de más de una hora en varias llegadas. 

Unidos contra “el cuponazo” 

El cuponazo al que han aludido los mandatarios es cuestión de suerte, en este caso para Cataluña. Ambos han recalcado que la singularidad que exige ERC a Illa les perjudica por insuficiencia financiera y por equidad. Moreno Bonilla recuerda que “el Estado debe ser garante de redistribución de riqueza”.

Andalucía y Valencia, según los datos de Hacienda y los estudios de Fedea, son junto a Murcia, las comunidades que menos fondos reciben. Si computamos la cantidad por habitante, Andalucía, la comunidad más poblada de España es un agujero negro en esta comparativa. 

Los cálculos de la Junta dicen que la salida de Cataluña del régimen común provocará detraer 32 mil millones de euros del fondo común, lo que haría "inviable la solidaridad interterritorial”. Las Consejerías de Hacienda andaluzas reivindican, desde los tiempos del PSOE y de María Jesús Montero, la actual ministra a cargo de los dineros autonómicos, que el Estado debe resolver la infrafinanciación con la comunidad más poblada de España. 

Que no se apliquen los criterios de población en el reparto de fondos estatales implica que Andalucía deje de recibir más de 1.200 millones de euros cada año desde 2009. Que Cataluña sea reconocida con una singularidad implica la consolidación, según Moreno Bonilla, de ese agravio histórico, “puede ser el principio del derrumbe de la España de las autonomías”. 

Mazón ha dado un detalle más, asegurando que “todos -los dirigentes del PP- estamos de acuerdo, no solo en el diagnóstico, sino en el tratamiento: queremos un fondo de transición compensatoria o alguna otra medida”... Este matiz no estaba muy orquestado entre los mandamases del PP, porque desde la Junta de Andalucía también han desechado como solución los fondos de compensación transitoria.  

Agua como urgencia histórica 

Ambos presidentes expresaron también su desesperación cuando oyen hablar de “comunidades históricas” y no se refieren a las suyas. Mazón ha señalado que, como ejemplo de orden sociopolítico, su comunidad puede presumir de contar con el Tribunal Jurídico más antiguo –y aún activo- del mundo, el Tribunal de las Aguas. Y obviamente, como el agua llega al mar, ambos han abordado las urgencias que tienen por la sequía. 

Moreno Bonilla denuncia la incongruencia de que los Fondos Europeos –inclluso los del Pacto Verde- no puedan ser destinados a obra hidráulica. Comunica que hizo una petición expresa a la Comisión Europea para que puedan modifiarse partidas finalistas para infraestructura hídrica en una región que “es un eje estratégico europeo, producimos alimentos para 500 millones de personas”. 

Mazón comparte también la grave situación que vive la comunidad y la falta de respuestas que están teniendo desde el Ejecutivo. Ha detallado que, en el norte de Castellón, este mes han tenido que salvar a cabezas de ganados transportando 14 millones de litros de agua en bidones, “el agua es oro es el oro del siglo XXI... pero desde el gobierno ni siquiera acceden a que conformemos una Mesa de la Sequía para acordar soluciones”. 

Por último, estando en un evento de la COPE, han abordado la gestión de la educación pública y concertada a través de las autonomías. Mazón reivindica la labor hecha en pocos meses, en los que han conseguido desprender a las aulas de medidas propias del procés, “estamos en contra de un mal uso de la competencia educativa, del nacionalismo. Hemos acabado con la policía lingüística en los colegios”, ha dicho.  

Moreno Bonilla afirma que la educación está bien gestionada a través de las comunidades autónomas porque la realidad territorial es heterogénea, pero echa en falta que haya una base más estable que emane del Ministerio de Educación, “hay una abdicación por parte del Estado”, dice en alusión a cómo los contenidos nacionalistas han ganado terreno en aulas de varias comunidades, “hace falta un pacto de la Educación definitivo”.

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