Todo eran incógnitas las horas y los días posteriores a la desaparición del joven cordobés Álvaro Prieto. Dentro de una posible vía de investigación se contempló el hecho de que la chica con la que se fue tuviese novio y este fuera a pedirle a Álvaro explicaciones, algo que incluso su amigo, con el que pasó su última noche negó pero que en la redes sociales corrió como la pólvora. Los señalados eran un supuesto grupo de gitanos que habrían amenazado al joven y lo habrían seguido o le habrían dado el encuentro a su salida de Santa Justa. Pese a ser falso, la Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas Fakali presentó por la "oleada de bulos malintencionados" una denuncia ante la Fiscalía de la que ahora se han abierto diligencias.
En la denuncia, esta asociación recopiló los distintos mensajes con bulos e informaciones no contrastadas relacionados con la desaparición del joven. En muchos de los mensajes que eran audios o capturas de WhatsApp, se apuntaba a que el joven habría sido asesinado por un grupo de jóvenes de etnia gitana. No era más que un bulo, pero lleno horas de televisión, radio y por supuesto se extendió por las redes sociales haciéndose viral, lo que desde Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas Fakali debería ser castigado como delito de odio.
Una de esas acusaciones las realizó un influencer sevillano a través de su cuenta de TikTok, por ello la Fiscalía General remitió esa parte de la denuncia a la Fiscalía hispalense, que ahora ha abierto unas diligencias de investigación según fuentes del Ministerio Público. El caso está siendo ya investigado por la Sección de delitos de Odio, que debe analizar ahora esos mensajes y determinar si estos pueden ser constitutivos de un delito tipificado en el artículo 510 del Código Penal, que establece penas de prisión de uno a cuatro años y multa de seis a doce meses para quienes "públicamente fomenten, promuevan o inciten directa o indirectamente al odio, hostilidad, discriminación o violencia contra un grupo, una parte del mismo o contra una persona determinada por razón de su pertenencia a aquel, por motivos racistas, antisemitas, antigitanos u otros referentes a la ideología, religión o creencias, situación familiar, la pertenencia de sus miembros a una etnia, raza o nación, su origen nacional, su sexo, orientación o identidad sexual, por razones de género, aporofobia, enfermedad o discapacidad".
Una denuncia contra el “antigitanismo”
La asociación indicó al presentar la denuncia que "no se puede consentir que los agitadores del antigitanismo aprovechen el foco mediático para criminalizar a todo un pueblo sin prueba alguna, vertiendo más racismo y más odio en un caso tan doloroso como éste". Fakali lamentó "profundamente" el fallecimiento de Álvaro Prieto y mostró su "total solidaridad y apoyo a la familia" del joven cordobés.
Fakali rechazó de manera expresa y rotunda "los bulos sobre el triste suceso difundidos en las redes sociales con un marcado tinte antigitano", y aseguró que "el antigitanismo no está amparado por el derecho a la libertad de expresión, ni por supuesto puede quedar impune en un Estado de Derecho"
La denuncia fue presentada por la presidenta de Fakali, Beatriz Carrillo de los Reyes, que recientemente ha sido nombrada directora general de Igualdad de Trato, No Discriminación y contra el Racismo.
El caso de Álvaro Prieto a punto de cerrarse
Las diligencias de investigación abiertas por la Fiscalía de Sevilla se producen con independencia de la investigación del fallecimiento de Álvaro Prieto de la que se encarga el juzgado de Instrucción número 11 de Sevilla, cuya titular, Cristina Loma, ya ha podido ver la grabación de las cámaras de la gasolinera que muestran precisamente a Álvaro subiendo a la parte superior del tren, trepando justo por la intersección entre los dos vagones, según han confirmado fuentes del caso.
Tras el visionado de la grabación, la instructora ha encargado un informe antes de decidir sobre el más que probable archivo de la causa, dado que todas las pruebas recopiladas hasta el momento apuntan a una muerte accidental y descartan que haya presuntas responsabilidades penales en el desgraciado suceso.