Las narcolanchas están cambiando su forma de actuar en la provincia de Cádiz. Los delincuentes ahora se permiten el lujo de bajar a la costa a por víveres y por gasolina. Unas 'paradas en boxes' que se multiplican en diferentes puntos de la zona aprovechando el déficit de personal que tiene en estos momentos el Servicio Marítimo de la Guardia Civil (SEMAR). El último avistamientos de este tipo de embarcaciones fue el pasado lunes y los narcos consiguieron escapar de los agentes por poco en Barbate, según adelantan fuentes de la investigación a Vozpópuli.
Las últimas imágenes de estas organizaciones criminales datan del pasado lunes. Ante la mirada atónita de decenas de testigos, vecinos de Barbate que se congregaron, una narcolancha circulaba por la desembocadura del río cargada hasta arriba de gasolina y víveres. El objetivo de este trayecto es suministrar a otra embarcación estos productos.
Se da la circunstancia de que en Barbate no hay patrullera del Servicio Marítimo pero en los momentos del incidente sí había vigilancia en la zona. En este punto había un barco de inspección pesquera porque es la temporada del atún y están inmersos en controlar este tipo de capturas en la costa.
Las dos embarcaciones comenzaron una persecución sin embargo, al final, la narcolancha consiguió su objetivo y se fugó de la zona. "Es súper impotente como la goma cargada de petacas pasa a diez metros de la patrulla de la Guardia Civil y éstos no pueden hacer nada", relatan fuentes del Cuerpo a Vozpópuli.
Petacas de gasolina y víveres
Estas circunstancias no eran habituales, pero se han vuelto constantes en los últimos tiempos. Ya se han vuelto común estas instantáneas, con embarcaciones de petacas de gasolina, en otros puntos como Chiclana, Cádiz, El Puerto o Rota. Los integrantes de estas narcolanchas tienen el cometido de acercar a la costa víveres para las embarcaciones que se esperan mar adentro la llegada de las drogas. "Lo hacen porque saben que no hay patrulleras cerca ya que el SEMAR está en Cádiz y Algeciras", explican estas fuentes.
Y es que desde Cádiz a Barbate las patrulleras tienen varias horas de camino. En algunos puntos como en Chiclana se arriman mucho al castillo de Sancti Petri por el mismo motivo. Tienen controlados los pasos y se conocen al dedillo los dispositivos de la Guardia Civil.
Una de las circunstancias que juega en contra de los agentes que controlan las narcolanchas en la zona es la merma que ha sufrido el SEMAR. Estos guardias antes realizaban servicios de 24 horas y la jornada se ha reducido a 12. Cuanto más relevos menos tiempo en el agua.
El 50% de los miembros del servicio marítimo están de baja
Los agentes de estos servicio tienen que volver a la base, chequear los barcos, salir del muelle... una rutina que impide muchas veces llegar a tiempo a este tipo de servicios lejanos. Una unidad fundamental que poco a poco ha caído en las dinámicas negativas por parte de la administración. Esta problemática es de sobra conocida dentro del Cuerpo y ha sido denunciada por entidades como la Asociación Unificada de la Guardia Civil que ha criticado en los últimos tiempos las condiciones laborales que tienen estos efectivos.
"Expresamos preocupación por la nueva jornada laboral impuesta, la cual consideramos un abuso y un fracaso que ha tenido consecuencias alarmantes en la plantilla. Desde AUGC denunciamos que aproximadamente el 50% de los miembros del servicio marítimo se encuentra de baja debido a las condiciones laborales impuestas", alertaron desde esta entidad.
Luchar contra las narcolanchas por 3 euros la hora
Para AUGC esta circunstancia es "inaceptable y pone en peligro la efectividad del servicio" con "condiciones de trabajo excesivas, la falta de descanso adecuado y la escasez de personal han llevado a una situación insostenible". Por ello, solicitan a la directora General Mercedes González que tome "medidas urgentes para abordar esta problemática y garantizar el bienestar" de los agentes del servicio marítimo de la Guardia Civil.
"La nueva jornada laboral que se aplica desde el pasado 1 de abril pretende que los guardias civiles realicen turnos de trabajo de 24 horas continuadas y que sólo se contabilicen 15h, abonando por las restantes una gratificación económica irrisoria y vergonzosa de unos 3 euros la hora", advirtieron. El SERMAS es la unidad clave en la lucha contra las narcolanchas por toda la costa española.