La irrupción en el nuevo Gobierno de Juanma Moreno de dos pesos pesados del Partido Popular de Andalucía, como son Loles López, secretaria general, y Ramón Fernández Pacheco, portavoz regional de la formación, obligará al presidente a introducir cambios y promover una reorganización de la formación que lidera desde que asumió sus riendas, en marzo de 2014, tras sustituir a Juan Ignacio Zoido, que protagonizó el llamado 'interregno' tras la salida de Javier Arenas.
El propio Moreno Bonilla ha reconocido las modificaciones que tendrá que acometer y que apuntan, sin ninguna duda, a otorgarle más poder y peso orgánico al coordinador general del partido en Andalucía, el cordobés Antonio Repullo, a su vez parlamentario por la ciudad de la Mezquita. Este último, antiguo delegado de la Junta en Córdoba y hombre de la absoluta confianza de Elías Bendodo, ya salió muy reforzado del último Congreso Regional del PP-A, celebrado en noviembre de 2021 en la ciudad de Granada.
Para el gobernante centrista al frente de Andalucía queda claro que la labor de Gobierno debe tener "prioridad absoluta" para Loles López Gabarro, su fiel secretaria general del partido desde 2014, que ahora pasará a ocupar la cartera de Integración Social, Juventud, Familias e Igualdad de Oportunidades. A falta de concretar porque Moreno no ha querido "mezclar partido y Gobierno" durante su comparecencia en San Telmo, queda claro que Repullo vendrá a tener el peso oficial de todo un secretario general, a falta de que se le pueda nombrar como tal en una Junta Directiva Regional extraordinaria de los populares andaluces.
El otro alto cargo relevante del PP-A, aunque con menos peso orgánico que López López, Ramón Fernández Pacheco, tendrá que dejar la portavocía de la sede regional para ocuparse a tiempo completo a su cartera de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul. De hecho, cada semana ofrecía una rueda de prensa para marcar la posición de la formación de centro derecha, lo que le ha garantizado mucha visibilidad en los medios. Ahora se abre también la sucesión de Pacheco al frente de la Alcaldía de Granada.
Fuentes cercanas al PP de Almería aseguraban este lunes a Vozpópuli que la sustituta natural de Pacheco al frente de la Ayuntamiento es la primera teniente de alcalde, Mar Vázquez. No obstante, estas fuentes no descartan que el presidente del PP de Almería, Javier Aureliano García, a su vez presidente de la Diputación de Almería, pretenda postularse también para el cargo de regidor.
Será Juanma Moreno quien tenga la última palabra en la sucesión de Fernández-Pacheco. En el caso de Aureliano García éste último se hizo con la presidencia de la organización provincial gracias a su cercanía entonces con la Génova 13 de Pablo Casado y, especialmente, del exsecretario general Teodoro García Egea, murciano que irrumpió en Almería con mando en plaza y cortocircuitando las intenciones de Moreno y Bendodo de situar a un candidato afín a la dirección regional. El pulso se salvó precisamente al poner a Pacheco como portavoz regional.
De hecho, el propio Moreno ha dicho sentirse "identificado" con el estilo de hacer política del alcalde de Almería, dada su "centralidad" en el discurso político, la misma de la que hace gala el presidente de esta comunidad autónoma. El peso almeriense en la Junta llama la atención. Es la primera vez que esta provincia, hasta ahora la gran olvidada por todos los gobiernos socialistas, cuenta con dos consejeros en el gabinete de San Telmo. Son el propio Pacheco y Carmen Crespo, que repite y ha sido también delegada del Gobierno de Andalucía con Rajoy. Todo ello tras ser alcaldesa de la localidad de Adra (Almería).
Guiño al 'casadismo' en la figura de José Antonio Nieto
Cuando todo parecía indicar que la carrera política de José Antonio Nieto en Andalucía había concluido, tras dejar la portavocía del PP-A en el Parlamento y no ser incluido siquiera en la lista electoral de su provincia natal, Córdoba, ahora le llega una nueva oportunidad como consejero de Justicia. Ha sido el particular guiño de Moreno Bonilla a uno de los antiguos hombres fuertes de Pablo Casado en la comunidad. Se premia también la gran labor de Nieto en la portavocía parlamentaria, labor que le agradeció desde la tribuna de oradores el propio presidente durante el debate de investidura.
Conviene recordar que Nieto también fue de la absoluta confianza de la antigua secretaria general del PP y ex ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal. Fue ella quien le incluyó en su particular terna de dos para relevar a Zoido al frente del PP andaluz. El otro hombre era José Luis Sanz, ahora candidato a la Alcaldía de Sevilla gracias al impulso de Casado, bendecido por el propio Moreno.
Nieto, además de alcalde de Córdoba tras derrotar a la todopoderosa comunista –ahora en el PSOE– Rosa Aguilar, fue también secretario de Estado de Seguridad con Juan Ignacio Zoido como ministro de Interior. La noche electoral del 2 de diciembre de 2018, cuando todo parecía indicar que Moreno cosecharía una nueva derrota que le impediría gobernar, Zoido y Nieto estaban llamados a liderar una Gestora, impuesta por Casado y Egea, que se iba a encargar de pilotar la nave conservadora andaluza hasta la celebración de un Congreso Extraordinario. No hizo falta porque el centro derecha logro sumar más escaños que el PSOE y el resto de la izquierda. Así pues, Moreno se convirtió en el primer presidente de la Junta que no era socialista.
Como gesto también hacia el 'casadismo', aunque en bastante menor medida que el de Nieto, puede interpretarse el de la reelección como senadora por designación autonómica de la gaditana Teresa Ruiz Sillero. La otra senadora autonómica a nombrar será la también gaditana María José García Pelayo, que deberá dejar su acta como diputada en el Congreso por Cádiz, un puesto que quedará vacante, por lo que correrá la lista electoral a la Cámara Baja por la citada circunscripción. Como ya es sabido repite como senador autonómico el incombustible Javier Arenas, ahora reforzado más si cabe desde la llegada de Feijóo al puente de mando de Génova. A él se sumarán Elías Bendodo y Juan Bravo, dos puntales del gallego en la dirección nacional que dejan sus consejerías, si bien conservarán sus actas de parlamentarios andaluces.