"Hay que ejercer las mayorías con cabeza y corazón para impedir que se conviertan en un freno". Desde los primeros compases de su discurso de investidura, sin límite de tiempo fijado, el presidente en funciones de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha "dibujado" lo que él mismo ha dado en llamar "una nueva mayoría", frente a lo que denominaba "mayoría suficiente". Todo ello para evitar a toda costa hablar de mayoría absoluta, la que le otorgan los 58 escaños cosechados el 19 de junio pasado.
En la primera sesión de este debate de investidura en el Parlamento andaluz el gobernante centrista ha tendido la mano a todos los grupos de la oposición (PSOE, Vox, Por Andalucía y Adelante Andalucía) para "sumar" sin "excluir a nadie" para "sumar voluntades" frente a cualquier atisbo de rodillos, de los que se aleja el candidato a la investidura. Asegura Moreno, en clara alusión a lo que ocurrió con los gobiernos socialistas cada vez que rigieron esta comunidad con mayoría absoluta, que la ejercerá "de forma diferente a como se ha hecho antes en esta tierra".
"Una mayoría vale lo que vale el gobierno que la pone en movimiento", ha dicho el barón autonómico popular al citar al prestigioso periodista y publicista francés Émile de Girardin. También ha citado a Winston Churchill a la hora de esbozar el talante continuista de gobernar, con acuerdos a derecha e izquierda, para seguir aplicando reformas bajo la premisa del consenso: " Se necesita coraje para levantarse y hablar; y se necesita coraje par sentarse y escuchar".
Sabedor de la gran transversalidad de votos cosechados, provenientes en un 20% del PSOE andaluz (dato de Génova) Moreno ha abogado, desde una "humildad" de la que hace gala, por "renovar la alianza con Andalucía", una propuesta traducida en una "invitación a todos a sumar en beneficio del interés común". Para ello se ha dirigido no sólo al resto de grupos parlamentarios, sino también a empresarios, agentes sociales y sindicatos. Especialmente significativa ha sido su mención expresa a "UGT y Comisiones Obreras", centrales sindicales muy ligadas, en el caso de la primera de ellas, a presuntos casos de corrupción, algo que levanta ampollas en Vox, que las hace blanco permanente de sus críticas.
Parte del éxito de Moreno en la pasada legislatura tuvo que ver en la llamada 'paz social' que supo aplicar con las principales centrales sindicales. Las sentó a la mesa junto a la patronal al más puro estilo de lo que hizo uno de sus antecesores, el socialista Manuel Chaves.
Con razón se dice de Moreno que representa el cambio que no da miedo, porque ha sido continuista de muchas políticas socialdemócratas. Ejemplo de ello son sus grandes inversiones en sanidad pública, educación y dependencia, banderas que los ejecutivos del PSOE-A creían suyas como patrimonio exclusivo. El barón más cercano a Feijóo lleva aparejada una impronta socialdemócrata a la vez que liberal y reformista en lo económico, a la hora de bajar impuestos, algo que ha prometido seguir haciendo. Su espejo es Madrid en dicha materia fiscal
Moreno ha querido echar la vista atrás para recordar aquel lejano mes de enero de 2019 cuando, tras las elecciones del 2 de diciembre de 2018, fue investido presidente de la Junta gracias al apoyo de Ciudadanos, su hasta hoy "socio leal" de Gobierno cuya labor ha agradecido especialmente en la persona del aún vicepresidente liberal, Juan Marín, sentado a su lado en la Cámara en esta sesión.
Quien pide la confianza del Parlamento para los próximos cuatro años recuerda que en 2019 se comprometió a "hablar con todos y lo cumplí". Y es que a pesar del adelanto electoral, motivado en abril por la crisis económica y la alta inflación, además de la necesidad de tener un nuevo Presupuesto de 2023 "cuanto antes', lo cierto es que Moreno Bonilla y su mano derecha, Elías Bendodo, consejero de Presidencia, supieron gobernar "basculando a derecha izquierda" desde noviembre de 2021. Fue entonces cuando PSOE y Vox, además del resto de la izquierda parlamentaria, les tumbaron las cuentas. Sin embargo, PP y Cs lograron aguantar hasta abril, consensuado leyes y decretos en una Cámara donde no hubo más bloqueos ni pinzas hasta que fue disuelta, como paso previo a la cita con las urnas de junio.
Como era de esperar el ámbito económico, dada la crisis actual a nivel nacional e internacional, ha copado gran parte del discurso de Moreno. El candidato del PP ha destacado el camino iniciado en 2019 para la "transformación de Andalucía". Mención especial ha tenido para "eliminar obstáculos como impuestos excesivos, trabas administrativas, dispersión normativa, paralización de proyectos y falta de ambición". Además, se ha comprometido a garantizar unos "servicios públicos más fuertes", además de "crear más y mejor empleo". El nuevo gobierno conservador pretende "acortar desigualdades" para que, en palabras de Moreno, "las oportunidades y el bienestar alcancen a todas las familias andaluzas".
A pesar de la "crisis brutal de la pandemia y de la crisis inflacionista de los últimos meses", Andalucía lleva tres años creciendo por encima de la media española, ha subrayado Juanma Moreno. A su juicio, esta comunidad "está objetivamente mejor que en 2018". A este respecto ha citado que el PIB ha crecido un 1,3%. y la tasa de paro se sitúa por debajo del 20%, "por primera vez en los últimos 14 años".
"La inflación es el gran enemigo a batir"
La economía y el empleo son, a día de hoy, ha expuesto el presidente andaluz, "la gran preocupación" de los ciudadanos que habitan en esta comunidad autónoma. A ello se suma la inflación como "gran enemigo a batir". Con los precios en su nivel más alto desde 1985, el IPC crece hasta superar el 10%. Se trata del peor registro en 37 años.
Tras hacer hincapié en que su gobierno de PP y Cs aprobó en abril un decreto para revisar los precios de los contratos de la Junta de Andalucía, para así evitar un parón en la obra pública, el candidato a ser investido este jueves confía en que el Gobierno del PSOE y Unidas Podemos "no coarte con un recurso ante el Tribunal Constitucional la capacidad normativa de la comunidad autónoma para ayudar a mantener la actividad económica y proteger el empleo". Ha sido el aviso a navegantes hecho por Moreno ante lo que pueda venir.
Así, ha reclamado al Ejecutivo central "un plan de medidas coherente, que beneficie realmente a la clase media trabajadora y aparte los muros ideológicos, para centrare en el interés general de la mayoría". Ha sido este el particular llamamiento del gobernante a que se huya de las trincheras ideológicas desde Madrid.
Una de las nuevas medidas de Moreno, ya anunciadas a bombo y platillo antes y después de las elecciones, es la suspensión de la aplicación del canon del agua. Esta iniciativa permitirá rebajar "una media de 40 euros la factura del agua y un ahorro global estimado de 140 millones de euros para las familias y las empresas", ha enumerado desde el atril.
Se da la circunstancia de que durante años los anteriores gobiernos del PSOE cobraron a los andaluces el citado impuesto del agua, "pero no se ejecutaron las obras, lo que generó un remanente de recaudación que invertiremos en 2023". De hecho, se recaudaron 730 millones de euros desde la Junta y "sólo se ejecutaron 179 millones", ha advertido Moreno.
En el contexto de lo que el propio Moreno ha venido en llamar el "milagro económico andaluz", aunque hoy no se ha expresado en tales términos, anuncia que "deflactaremos la tarifa del IRPF en los tres primeros tramos de renta". Se hará con la finalidad de que los incrementos en en los salarios inducidos por la inflación no supongan un mayor pago de impuestos. Con esta medida el PP tiene previsto ahorrarle a las familias andaluzas 70 millones de euros al año.
Además, en base a l anteriormente expuesto, el Gobierno regional aumentará las cantidades que quedan exenta en el IRPF, "en aplicación del mínimo personal y familiar correspondiente al tramo autonómico". Una medida que supondrá, según los cálculos de Moreno, un ahorro de 50 millones de euros anuales a los andaluces y "favorecerá las rentas de las familias, la natalidad y a las personas con discapacidad".
Un paquete de medidas fiscales como "balón de oxígeno" de 260 millones de euros en 2023
Dentro del afán de Moreno Bonilla por "parecernos a la comunidad de Madrid", espejo en el que se mira en materia de impuestos e inversiones, ha habido de un paquete de medidas fiscales, a modo de "balón de oxígeno para las familias" de al menos 260 millones de euros adicionales "sólo en 2023". De ahí la importancia añadida de cuadrar, cuanto antes, un nuevo Presupuesto. De hecho, el nuevo gobierno autonómico que se nombre a partir del próximo lunes no tendrá vacaciones, en aras a cuadrar cuanto antes las cuentas de las distintas consejerías.
En otro orden de cosas el llamado "gobierno de la nueva mayoría", frente a lo que fue el "gobierno del cambio" protagonizado por PP y Cs, "recuperará los trabajos" para una nueva norma de Participación Institucional de Andalucía. Ha sido en este punto donde Moreno ha nombrado a todos los sindicatos. En el caso de UGT, la líder de Vox y portavoz, Macarena Olona, ha pedido a dicha central sindical que "devuelvan todo lo robado". Ha sido una de cal y otra de arena tras el dicurso de investidura, porque la dirigente derechista sí ha elogiado, por el contrario, que su rival del PP remote "la ley de Participación Ciudadana".
De sobra es conocido el relevante papel que conservadores y liberales dieron, durante el gobierno que concluye ahora, a los autónomos y emprendedores, con medidas especiales para ellos. Ahora Moreno anuncia la creación del Consejo Andaluz del Trabajo Autónomo, a modo de organismos consultivo. Previamente, la Junta de Andalucía está a la espera de los cambios en la normativa que prepara el Ministerio de Seguridad Social "para terminar de definir la implantación de la llamada 'cuota cero' para nuevos autónomos en Andalucía. Una medida que hizo suya en campaña el vicepresidente Juan Marín (Cs).