Novedades en el asesinato del pediatra cubano Rafael Piorno Fermoselle. El drogadicto detenido por la Guardia Civil ha confesado ser el autor material del crimen pero en su declaración también ha inculpado como el 'cerebro' del plan al agente de la Policía Nacional arrestado. Vozpópuli ha tenido acceso a las primeras diligencias que practicaron los investigadores que reflejan que el médico no se fiaba de la persona que iba a acudir a visitar su casa en venta. El sanitario cubano pidió hasta en tres ocasiones no estar solo ese día.
Este hombre, con problemas de drogodependencia, fue detenido el pasado 17 de septiembre en León por los investigadores de la Guardia Civil de Almería. En la declaración ante los agentes aseguró que entró para robar en la vivienda y al forcejear con la víctima le asestó dos o tres puñaladas en cuello y en hombro, según informan fuentes policiales a Vozpópuli.
Asimismo, este drogadicto manifestó que 'J', que es como llamaba al agente de la Policía Nacional, quedó días antes con él para explicarle como tenían que llevar a cabo el robo. A lo largo de este mes, en octubre se realizará la reconstrucción del crimen en la casa del pediatra de Almería, según informan a Vozpópuli fuentes del caso.
En las últimas semanas, SIRES Abogados anunció que llevará la personación de la familia de la víctima. De forma paralela, se ha iniciado una campaña de recogida de donaciones para poder sufragar la asistencia legal. "El Dr. Rafael Piorno por más de 30 años vivió para servir a toda una comunidad con mucho cariño y amor", comienzan el texto.
Las peticiones de ayuda de la víctima
Vozpópuli ha tenido acceso al primer oficio de las diligencias previas que llevó a cabo la Policía Judicial de la Guardia Civil. La Policía Local de Roquetas de Mar fue la primera que se personó en el domicilio del pediatra tras recibir una llamada de un vecino que vio el 25 de agosto a las 9:38 horas que la puerta de la casa estaba entreabierta y había un charco de sangre en la entrada.
El cadáver de la víctima presentaba una herida de arma blanca en el cuello y dos a la altura de los hombros. Tenía las manos atadas a la espalda con bridas. El pastillero del médico cubano reveló que se había tomado la medicación del viernes por la mañana pero no la de la tarde.
Las primeras diligencias demostraron que el viernes 23 de agosto a las 14:15 horas el pediatra asesinado llamó al 092 para alertar que tenía en venta su casa y había concertado una visita a un hombre para enseñársela a las 15. "Preguntó si había alguna patrulla en las inmediaciones porque tenía miedo que esta persona pudiera asaltarle", relata el documento.
Asimismo, se le dijo al sanitario que no había ninguna patrulla cerca y que si tenía algún problema llamara al 112 para que se avisara a las autoridades. La pareja del médico afirmó que le llamó ese mismo viernes y le pidió que estuviera con él. Sin embargo, esta mujer no pudo acudir porque se tenía que marchar a un cortijo.
La última vez que vieron al pediatra
La víctima también pidió ayuda a un amigo por el mismo motivo. A las 15:20 horas recibió una llamada del pediatra para decirle que "ya no hacía falta" porque esta persona "al final no venía". De especial relevancia fue la declaración de una vecina que fue la última persona que le vio con vida.
Esta residente señaló que observó por última vez al pediatra el viernes 23 de agosto a las 21:!5 horas cuando estaba apoyado en el marco de la puerta de su vivienda hablando con una persona. Este fue el comienzo de la investigación que, de momento, lleva tres detenidos. El drogadicto que confesó ser el autor del crimen y un agente de la Policía Nacional, que podría haber sido el ideólogo. Estas dos personas están ya en prisión La tercera es la pareja del agente que les recogió tras cometer el asesinato del pediatra. Esta mujer se encuentra en libertad.