Este lunes ha comenzado el juicio en la Audiencia Provincial de Granada contra un individuo de 42 años acusado presuntamente de dejar morir a su hermano, dependiente de él, en un cortijo de Órgiva, en la Alpujarra, tras desatender sus necesidades más elementales y el seguimiento de sus tratamientos. La confederación Plena Inclusión Andalucía, está personada como acusación popular en este caso, en el que la Fiscalía pide para el procesado nueve años y medio de prisión por supuesto homicidio por omisión, la defensa por su parte pide la libre absolución, o en todo caso, una condena por un supuesto delito de homicidio por imprudencia, cuya condena es de entre uno y cuatro años de prisión. El juicio que se celebra en la Sección Segunda de la Audiencia de Granada será juzgado por un jurado popular.
El ministerio público, que acusa de homicidio en su modalidad de comisión por omisión, detalla que el enjuiciado habría sido "consciente de la situación de su hermano y de la necesidad de un cuidado integral del mismo, pero su historial de drogodependencias le habría impedido atenderlo de forma correcta”. Según el escrito de la fiscalía, tras la muerte de su hermano, el acusado, lo habría enterrado en una linde junto al cortijo donde ambos residían y habría huido a Motril, un pueblo de la costa granadina, donde habría seguido cobrando las prestaciones mensuales del fallecido como gran dependiente y la suya propia como cuidador. Se da la circunstancia que en este caso, y según apunta el ministerio público, concurren por una parte la eximente incompleta de drogadicción y la agravante mixta de parentesco.
El acusado, ha reconocido que no lo cuidó "bien" en el último año de su vida por sus problemas con las drogas, que le obligaban a un consumo a diario y de modo "exacerbado". En su declaración ante el jurado, con la que ha comenzado este juicio de la Sección Segunda de la Audiencia, en la Real Chancillería, el procesado ha explicado que "en ningún momento" pensó que se iba a morir su hermano, pese a que no le había dado de comer "debidamente" en este último periodo, desatendiendo además las tareas de limpieza y no moviéndolo lo que necesitaba.
La víctima murió por una infección en las vías respiratorias, deshidratación de la piel con signos de desnutrición crónica, además de la suciedad en general, con úlceras de decúbito de hélix, heces y orina en pañal de incontinencia y otros síntomas derivados de la falta de cuidados y atención.
Quedo a cargo del acusado en 2014 y falleció en 2019
Fue en 2014 tras el fallecimiento de su madre, cuando el acusado se hizo cargo de su hermano. Este fue diagnosticado desde su nacimiento de anomalías físicas y psíquicas ocasionadas por problemas durante el intraparto que le provocaron deficiencia intelectual profunda, con parálisis cerebral de evolución crónica y cuadro epiléptico. Tenía un grado de discapacidad del 97 % y su enfermedad le impedía comunicarse con su entorno de forma verbal y no verbal, ya que solo articulaba sonidos y estaba postrado en una silla de ruedas. Esta enfermedad le hacía totalmente dependiente del acusado, al que necesitaba para actividades básicas como asearse, vestirse, comer o tomar su medicación.
El acusado nunca accedió al ingreso de su hermano en un centro especializado pese al "insalubre estado de la vivienda" que compartían, según la Fiscalía. El acusado, como refleja el escrito de acusación, desatendió las necesidades "más elementales" de su hermano, al que dejó de alimentar correctamente, de asear a diario, de cambiar de posición en la cama o de curar las heridas. Tampoco atendió sus dolencias físicas, no siguió sus tratamientos ni atendió a las citas médicas y lo dejaba solo en la vivienda pese a que sabía que su hermano no era autónomo, hasta que murió el 25 de febrero de 2019.
Descubierto por la Guardia Civil
La Guardia Civil recibió el 28 de febrero un requerimiento de un juzgado de Órgiva por la supuesta desaparición de la persona incapacitada judicialmente, que estaba bajo la tutela de su hermano, para que fuera localizada. Los agentes de la Benemérita comprobaron que no sólo había desaparecido la persona incapacitada, sino también el hermano que lo tutelaba. Las gestiones realizadas desde entonces por los agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Granada permitieron localizar al ahora enjuiciado en un hostal de la localidad de Motril, en la costa de Granada.
Al ser preguntado por el paradero de su hermano, el acusado aseguró que este se encontraba en Soria con un tío suyo. Los agentes no le creyeron aunque comprobaron si era posible, y descubrieron que este tío había fallecido en 2003. Más tarde, el acusado indicó que su hermano había fallecido y condujo a los agentes hasta la tumba que el mismo había improvisado para enterrar a su hermano.