Este año no se podrá llevar a cabo una de las misiones más simbólicas que afronta la Armada Española, el despliegue del buque de investigación oceanográfica Hespérides en aguas de la Antártida. Un brote de coronavirus que ha afectado a 35 personas a bordo del barco pone en jaque los planes de los militares, que ahora cumplen la preceptiva cuarentena en Las Palmas de Gran Canaria antes de regresar a la Península.
El buque Hespérides presta apoyo a los equipos científicos españoles que anualmente se despliegan en la Antártida. En suelo polar también se encuentra un equipo del Ejército de Tierra, dentro de las bases Gabriel de Castilla y Juan Carlos I. Este año, debido a la irrupción de la pandemia, se ha estipulado que el tiempo máximo de la misión sea de un mes, frente a los seis que se prolongaban en ediciones anteriores.
Una pandemia que ha afectado especialmente a la dotación del Hespérides. La Armada ha optado por cancelar su viaje a la Antártida para evitar cualquier riesgo de propagación del virus entre el personal participante en la campaña y su posible introducción en la zona del Tratado Antártico.
En cuarentena y bajo supervisión
A bordo del Hespérides viaja personal civil y militar, pero ahora mismo se encuentran atracados en Las Palmas de Gran Canaria a la espera de superar los estragos del coronavirus, en cuarentena y bajo supervisión médica. Una vez se declare superada esta crisis sanitaria, el buque volverá a Cartagena.
Mientras, el equipo que ya está desplegado en la Antártida mantendrá las misiones científicas encomendadas para este despliegue, con el apoyo del buque de investigación Sarmiento de Gamboa, operado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.