Tres días se tomó Mariano Rajoy en dar respuesta pública al plebiscito apócrifo convocado por Artur Mas el 9 de noviembre último. Tres horas ha tardado en reaccionar a la declaración independentista impulsada por Junts per el Sí y la CUP en el Parlament. Apenas tres minutos duró la lectura del mensaje institucional en el que el Gobierno advertía a los secesionistas de los riesgos legales y jurídicos si siguen adelante en sus propósitos.
Diputados y dirigentes provinciales del PP esperaban una respuesta más firme, más contundente, al salto cualitativo protagonizado en el Parlamento catalán por el consorcio que integran Convergencia y ERC más el apoyo de la CUP. "Se trata de algo parecido a un anuncio de sedición, casi de rebelión, y el presidente se ha limitado a anunciar lo mismo que ha venido haciendo en las últimas semanas", comentaba un diputado popular, muy decepcionado.
La actitud del PSOE
En las filas de la formación conservadora se aplaudía la actitud de Pedro Sánchez, que telefoneó a Rajoy en la mañana del martes, desde Portugalete, para sugerirle adoptar algún tipo de decisión. Rajoy comunicó luego esta conversación a Albert Rivera y le adelantó su decisión de comparecer en las televisiones para leer su mensaje. El tono del comunicado sugerido por Rajoy fue compartido por sus dos interlocutores. "No se pretendió en ningún momento ir más allá, para evitar desencuentros. Lo importante era salir en la mañana de autos, y así se hizo", comenta una fuente de Moncloa.
"Ellos han dado un paso más, y se les sigue amenazando con lo mismo desde hace dos años", señalan fuentes del PP
Muy pocos en el partido conocían la decisión de su presidente. Todo fue muy rápido. Los independentistas catalanes aceleraron la aprobación de sus nueve puntos en pro de la proclamación unilateral de independencia al hilo de lo que estaba ocurriendo en Barcelona, con la entrada de la policía en la vivienda de Jordi Pujol, expresidente de la Generalitat.
Fue una reacción típica para envolver en la senyera el hedor de la corrupción pujolista, señalan fuentes de Moncloa, donde se insiste en que, pese a que el Congreso de los Diputados está formalmente disuelto, el Ejecutivo no dudará en utilizar 'todos los instrumentos' con los que cuenta el Estado para que esta provocación no siga adelante. En el Gobierno se esperaba para más adelante alguna iniciativa de este tipo por parte de los soberanistas. Los tiempos se han acelerado al compás de los pasos de la Justicia, que ha pisado el acelerador del caso de los caudales ocultos de la familia Pujol una vez que ha llegado el material solicitado a las autoridades andorranas.
La república catalana
Muchos en el PP piensan a estas horas que Rajoy debería haberse mostrado mucho más contundente, mucho más firme. "Ellos han dado un paso más, y se les sigue amenazando con lo mismo desde hace dos años, con esas palabras melifluas, que se está comprobando que son inocuas y estériles", señalan. Y deslizan que también que Rajoy insiste en que no habría plebiscito y, al final, aún con urnas de cartón, lo celebraron. "Y el lunes salió la presidenta del Parlament gritando viva la república catalana, en pleno hemiciclo, algo que hasta ahora jamás había ocurrido. Van ganando terreno", señalan estas voces disconformes, que esperaban algo más.
Desde Moncloa se apuntaba ya a primera hora que la respuesta tan sólo podía ser un mensaje de firmeza institucional puesto que la proclama separatista es tan solo un movimiento político, aún sin consecuencias jurídicas. En el Gobierno se recuerda ahora, sin embargo, lo importante que ha sido, dada la situación actual, el llevar a cabo la reforma del Constitucional, tan criticada por los socialistas y el resto de la oposición, para dotar al Alto Tribunal de los poderes necesarios para hacer cumplir sus decisiones.
Sectores del PP tienen la sensación de que el Gobierno es incapaz de llevar la iniciativa
El sector escéptico del PP, sin embargo, lamenta que Rajoy tan sólo se refiere con insistencia a "los mecanismos, los mecanismos, los mecanismos...", pero no entra en detalles. "En la noche del lunes, en su entrevista en TVE con Ana Blanco, cuando le preguntó por el 155 fue incapaz de mencionarlo, y se refirió a este artículo de la Constitución como 'ese tipo de medidas', como si le tuviera miedo no ya a utilizarlo, sino hasta a mencionarlo', comentan las mencionadas fuentes.
Hay la sensación de que, desde que arrancó esta deriva secesionista, hace ya tres Diadas, el Gobierno va a remolque, se muestra incapaz de llevar la iniciativa y no traslada la sensación de que, como dice Rajoy, "quienes quieran separar o dividir Cataluña no lo van a lograr".