El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha enviado una carta y un informe al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y a los primeros ministros de los Estados de la UE en que defiende la convocatoria de una consulta de autodeterminación. Según ha informado el Gobierno catalán en un comunicado, la misiva se envió el 20 de diciembre y también se ha remitido al presidente francés, François Hollande, y, por otra parte, se ha enviado un informe sobre las demandas catalanas a los ministros de Exteriores de 45 estados.
La iniciativa se enmarca dentro de un conjunto de actuaciones que pretende hacer el Gobierno con tal de internacionalizar el debate soberanista catalán, que ha incluido varias entrevistas en medios internacionales al presidente de la Generalitat, como la que el pasado viernes publicó el diario italiano La Repubblica.
En la misiva a los primeros ministros, Mas asegura que quiere informar personalmente a los dirigentes europeos sobre cómo evoluciona el debate soberanista catalán, tras cerrarse el 12 de diciembre un acuerdo entre CiU, ERC, ICV-EUiA y CUP sobre la fecha y la pregunta de una consulta de autodeterminación el 9 de noviembre.
También da a conocer el redactado de la pregunta consensuada y afirma que el acuerdo llega después de que, en las últimas elecciones autonómicas, una mayoría de los votantes se inclinaron por votar partidos que apoyan la consulta, demanda que la ciudadanía ha expresado "repetidamente" mediante varias movilizaciones.
"Confío en que puedo contar con usted"
"Confío en que puedo contar con usted para sacar adelante este proceso pacífico, democrático y transparente", asegura Mas, que dice que, contrariamente a lo que dice el Gobierno central, hay vías legales y constitucionales que amparan la celebración de la consulta. "Buscamos diálogo y acuerdo con el Gobierno de España sobre el futuro de nuestro país", detalla en la carta, que resalta que el 65% de diputados en el Parlamento apoyan la consulta.
El memorando que se ha enviado a los ministros de Exteriores da a conocer el redactado de la pregunta que se ha consensuado y afirma que según los sondeos, "más del 82%" de la población catalana es favorable a la convocatoria de la consulta.
También recuerda la "fuerza del sentimiento popular" a favor de la secesión que se expresó en la Via Catalana de la pasada Diada, donde se cifró una participación en un millón y medio de ciudadanos, y compara esta movilización con las que se hicieron en los tres países bálticos en 1989 para lograr su independencia en 1990.
Aprecia que "no hay razones" para rechazar la convocatoria de una consulta y diagnostica que la voluntad de los catalanes es continuar formando parte de la UE y de la Eurozona.
El documento concluye que "no es verdad" que la independencia de Cataluña comporte su expulsión inmediata de la comunidad, y recuerda que esta cuestión no la contempla específicamente ningún tratado. Destaca el carácter europeo de Cataluña, el papel que puede jugar como actor en el Mediterráneo, que sería la séptima economía europea y un "contribuyente neto" a los presupuestos comunitarios.