El presidente de la patronal madrileña, Arturo Fernández, que también está incluido entre los poseedores de las ‘tarjetas black’ de Caja Madrid, presentará este martes una moción de confianza a la Junta directiva de la CEIM y anunciará posteriormente su salida de la organización. Su idea es convocar más tarde elecciones anticipadas, a las que no se presentará.
Fernández fue reelegido presidente de la patronal en unas elecciones que se celebraron el pasado mes de marzo y en las que derrotó al presidente de los comerciantes de Madrid, Hilario Alfaro.
El presidente de CEIM ya presentó una moción de confianza a su comité ejecutivo hace algunas semanas en las que fue refrendado por sus compañeros. Ahora, Fernández presentará una moción ante la junta directiva que forman cerca de doscientos empresarios que provienen de todos los sectores y comarcas de la Comunidad de Madrid.
Cree que recibirá el apoyo de sus compañeros, pero tiene intención de dejar la patronal en los próximos meses, después de dejar en marcha sus grandes objetivos
El presidente cree que recibirá el apoyo de sus compañeros, pero tiene en proyecto dejar la patronal en los próximos meses. Pero antes quiere dejar en marcha los grandes objetivos que se marcó en las elecciones y “batirme en retirada”, según dijo el propio Fernández.
Los objetivos son: reforma de los estatutos para democratizar al máximo la organización, aprobar el código ético, y reestructurar la CEIM para reducir los gastos y hacerla más operativas.
En el mes de marzo Arturo Fernández ya planeaba no terminar la legislatura y dejar la patronal en manos de Juan Pablo Lázaro, actual vicepresidente. Aún desconoce si se convocarán elecciones o serán los órganos de representación los que nombrarán presidente. En todo caso, Arturo Fernández se plantea abandonar CEIM como tarde en la próxima primavera “y continuar trabajando por la economía madrileña desde la Cámara de Comercio”.
Tras conocerse que durante su etapa como consejero de Caja Madrid gastó con su tarjeta opaca 37.326,57 euros, que ya ha reintegrado a la Fundación Caja Madrid, el presidente de la patronal aseguró que "no era consciente" del uso irregular de esa tarjeta y aseguró que destinó "a comidas y gasolina" los importes que cargó y nunca hizo disposiciones en efectivo.