La Asamblea de Madrid rechazó este jueves una proposición no de ley de Ciudadanos para que el Gobierno inste al ejecutivo nacional a impulsar, de forma inmediata, una ley de regulación de gestación subrogada (popularmente conocida como vientres de alquiler). La propuesta fue derrotada por 64 votos contra 62. Ciudadanos quería garantizar "los derechos de todas las personas intervinientes en el proceso y, de forma especial, a los menores fruto de esa técnica de reproducción". El texto tuvo el apoyo, ademas de C's, del PP, pero uno de los diputados populares votó en contra (Luis Peral) y dos se ausentaron de la sala (David Pérez y Regina Plañiol).
El PP tiene unas normas para el caso de los diputados no voten o lo hagan contra las propuestas populares. Se trata de una sanción de 300 euros, pero en el caso de que se pierda la propuesta el parlamentario sufre un recargo de otros 300 euros. Así, los parlamentarios tendrán que pagar seiscientos euros por persona. En la reunión anterior al Pleno hubo debate y algunos de los diputados del PP anunciaron que no apoyarían la propuesta del equipo de Ciudadanos, muy enfadado por esta rebelión popular.
Esta disidencia del PP estaba descontada. Pero en el PSOE se produjo un agrio debate y se logró finalmente que los socialistas votaran en contra. Muchos de los diputados eran partidarios de ir a favor de una regulación de la gestación subrogada. El PSOE llegó a mandar a Ángeles Álvarez, diputada nacional, conocida feminista -que fue secretaria de Igualdad del PSOE-, para abroncar a los diputados con argumentos muy radicales, según explicaron algunos de los asistentes. Llegó a decir que apoyar esa propuesta era convertir a las mujeres en vasijas y que se ponía precio a su condición de mujer. Álvarez no es muy querida en algunos ambientes socialistas madrileños que recuerdan algunos de los conflictos internos que tuvo durante su paso por el Ayuntamiento de Madrid.