Una célula terrorista perpetra un atentado en la localidad francesa de Bayona durante la celebración de los Juegos Olímpicos. Cruza la frontera y huye hasta San Sebastián, donde se atrinchera con varios rehenes. Ese es el simulacro al que se enfrentaron unidades especializadas de la Policía Nacional y los agentes del país vecino, que puso a prueba sus capacidades y que dejó imágenes impactantes como las del vídeo que encabeza esta noticia.
La Policía Nacional y la Police Nationale de Francia han realizado un simulacro de atentado terrorista, de corte yihadista, en el contexto de los próximos Juegos Olímpicos 2024 que se celebrarán en París. El ejercicio ha comenzado en la localidad francesa de Bayona, donde los supuestos terroristas habrían cometido un atentado para, posteriormente, darse a la fuga hasta San Sebastián donde, ya en territorio español, se habrían atrincherado con rehenes.
Desde ese momento, el ejercicio ha sido sorpresivo para todas las unidades policiales intervinientes quienes, en primer lugar, han activado el protocolo policial que recoge la actuación de los agentes en estos supuestos.
El ejercicio ha sido sorpresivo para todas las unidades policiales intervinientes
La Policía Nacional y la Policía francesa han llevado a cabo este simulacro con el objetivo de reforzar y mejorar todos los mecanismos de respuesta necesarios ante este tipo de incidentes. Los servicios de Información de ambos países trabajan desde un marco preventivo con el objetivo de evitar atentados de naturaleza terrorista, siendo también de vital importancia la formación y coordinación en supuestos extremos.
Operación Optimus
La práctica, bautizada como operación Optimus, ha sido coordinada en España por la Comisaría General de Información y contado con la participación de diferentes unidades, como los Grupos Operativos Especiales de Seguridad (GOES), TEDAXNRBQ, Unidad de Intervención Policial (UIP), Guías Caninos, Policía Científica y Brigada Provincial de Información de San Sebastián.
Durante el desarrollo del supuesto se han llegado a establecer cuatro puntos de coordinación, situados en las ciudades francesas de París y Bayona y las españolas de Madrid y San Sebastián, contando con presencia de ambos cuerpos policiales en todas ellas a fin de garantizar una perfecta coordinación y eficacia en las actuaciones y comunicaciones.